MISAS MILITANTES
Hay un cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico
Autor: Juan Martín Perkins
Tenía razón Pablo VI con que “el humo de satanás ha entrado en la Iglesia”.
Varios amigos me comentaron su indignación por las misas “militantes”.
Se ha vuelto un tema corriente de preocupación y desconcierto entre fieles católicos lo que sucede con la evidente anuencia de la jerarquía.
La jerarquía de la iglesia “militante”, es solo un emergente, pero hay otros aún más dolorosos que nos llenan de pena y nos exigen tomar cartas en el asunto.
Somos la Iglesia de Cristo y se nos está manipulando miserablemente.
Hay un cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico que está haciendo metástasis en la iglesia Sinodal Bergogliana y lo está invadiendo todo.
El episcopado, el clero y todo el pueblo de Dios, debería rebelarse a la sistemática agresión a la Iglesia, pero por el contrario, son incapaces de mencionar una postura conservadora (o de derecha) sin anteponer el prefijo “ultra” y descalificar a quien les recuerde que vamos a misa a renovar el sacrificio de Cristo en la Cruz.
Vamos para hacer presente, por el poder del Espíritu Santo, la transustanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor… para repetir sus palabras, recordar su muerte y celebrar su Resurrección.
En comunión, unidos a toda la iglesia de todas partes y de todos los tiempos…
No vamos a misa a entonar cánticos políticos militantes sino a estar presentes en la celebración donde se lleva a cabo el sacramento de la Eucaristía como hace 2000 años.
Estamos presentes ofreciendo nuestras obras y a nosotros mismos, pidiendo perdón para alcanzar la gracia para toda la Iglesia.
“Como sea tu misa, así será tu fe.
Como sea tu fe, así será tu moral.
Como sea tu moral, así será tu vida.
Y como haya sido tu vida, así será tu eternidad”.
Mons Tihamer Toth
Los actuales Obispos militantes ignoran que la Misa se dirige a Dios?
Si no lo ignoran, ¿olvidaron que es un sacrificio de adoración y súplica?
Ni ignoran ni olvidan, simplemente han perdido la fe, o nunca la tuvieron.
Rezaremos por ellos, pero deben dejar de provocar escándalos.
Como dijo Monseñor Aguer, “tienen que devolver la exactitud, la solemnidad y la belleza a la Liturgia Católica”.
Juan Martín Perkins
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