DISIDENCIA, APACIGUAMIENTO O REBELIÓN

 

Ilustración de George Alexopoulos (@GPrime85)

Más miento que apaciguo.

Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)


Restaurar desde sus inicios pretendió llamar la atención sobre temas que parecían ajenos a la prensa, con notas de colaboradores propios y otras traducidas de medios extranjeros.

Uno de los temas que trató en detalle @BGSNAFU, fue la inmigración a Europa. No sólo los hechos visibles (los migrantes), sino el cambio de todo el andamiaje jurídico que lo soporta, que culminó en el GLOBAL COMPACT. Vimos cuán estricta podía ser la élite en el incumplimiento del plan, toda vez que encarceló a detractores, le inventó una causa penal a Mario Salvini, ministro del interior de Italia, cuando quiso aplicar la ley italiana e internacional y prohibir el desembarco de indocumentados. Por otro lado, vemos como el sistema premia a quienes demuestran obediencia. Es el caso del actual secretario general de la ONU, que fue ascendido desde la suborganización que controla el tráfico ilegal del personas. (Aquí, aquí, aquí y aquí).

Me detengo en la inmigración, para mostrar que hay un plan, el cual es eficientemente ejecutado, cuenta con un marco jurídico y de procedimientos; quienes lo cumplen son premiados y quienes atentan contra el mismo, son castigados. Como lo fue Mario Salvini. (Aquí).

Lo mismo podríamos decir de innumerables rubros, que, ¡oh, casualidad!, son coordinados con los mismos propósitos ¿Cuáles serán? 

Otras maniobras conjuntas son la lucha desde toda la superestructura contra la natalidad, exitosa en Europa, EEUU, los países “blancos” del Commonwealth (CAN-AUS-NZ) y en la última década, la Argentina, gracias a los obedientes interventores Mauricio Macri y Alberto “Aborto” Fernández. Entonces ahí se empiezan a ordenar las piezas del rompecabezas y se ve la coordinación por detrás de la trama: la promoción de prácticas sexuales estériles; la química antifertilidad, ya sea pastillas anticonceptivas o la castración - hormonización/cirugías -). Prohibir los certámenes de belleza, como la “Reina del Trigo”, son prácticas antifertilidad.



No termina ahí. Otros objetivos son quedarse con el monopolio de la producción de alimentos, despojando de animales y tierra a los actuales propietarios. La propiedad de la tierra en manos de los productores fue la gran máquina que hizo crecer a EEUU y Argentina en los siglos XIX y XX, por ejemplo. La agricultura fue “expropiada” de los productores luego de la segunda guerra mundial con el patentamiento de semillas y la obligación de utilizar agroquimicos y maquinaria onerosa. Ahora sólo queda prohibir la crianza de animales y expropiar las tierras, con distintas excusas. Impositivas, por ejemplo, y se culmina el ciclo de despojo de millones de familias en todo el mundo.

"En una economía donde un Banco Central puede emitir dinero para cubrir déficit, siempre puede pensarse que el nivel y el rubro al cual se le cobran impuestos tiene un rol no exclusivamente fiscal, sino también de expansión o retracción de dicha actividad económica. Es común por ejemplo, la creación de Zonas Económicas Especiales dentro de un territorio, con bajos impuestos y pocas regulaciones para estimular el crecimiento. Lógicamente, el cobro de impuestos tiene el efecto inverso, y sería conveniente para el debate público perder la ingenuidad, en el sentido de que no todos los actores económicos tienen la misma capacidad de evadirlos". De COMO ROMPER UNA SOCIEDAD, por @sashapak_.


Otra de las metas de la élite gobernante es atentar contra nuestra libertad de circulación. 

Una breve introducción al tema. Con el auge del turismo a fines del SXX y principios del SXXI a cualquier lugar del mundo se generó la fantasía de que los humanos somos libres de movernos. No era así hasta fines del SXVIII y principios o mediados del SXIX en muchos países “Occidentales”. Tanto no era así, que está aclarado específicamente en la Constitución Nacional. Lo tuvo que poner por escrito don Juan Bautista Alberdi. Aquí.

La servidumbre, que es una institución medieval, se basa en eso. Uno no se puede ir del terruño. Porque se está contractualmente obligado a pagar impuestos al señor feudal. Al no ser una economía monetizada, los impuestos se pagan con trabajo. Entonces impedir moverse era una de las garantías legales para el señor de recolectar sus impuestos en especie.

La actual élite que gobierna Occidente pretende quitarnos la libertad de movimiento. La autonomía de movimiento. Por ello el reemplazo de los vehículos con motor a combustión, por vehículos de poca autonomía. El objetivo no es que usemos autos eléctricos. El objetivo es que no usemos automóviles. Como no los pueden prohibir de un día para el otro, nos acostumbran a un placebo, y luego, cuando estén todos narcotizados, nos quitan el chupete (a.k.a. auto eléctrico). Los autos modernos pueden ser inmovilizados en forma remota. Y, con diferentes regulaciones, se prohibieron uno a uno los automóviles que daban libertad a los individuos, como el R4 ó la F100. Aquí.

Igual suerte corrieron los caballos. Si bien ha habido reglamentaciones anti caballos en la ciudad de Buenos Aires desde hace décadas, la criminalización de la monta se extendió durante todo el kirchnerismo. Persecución de botelleros y cartoneros, impedir procesiones, como la de Luján, etc. El intendente de Mar del Plata empezó a perseguir a los motociclistas.

Otro objetivo de la élite es sacarnos el efectivo, con los mismos objetivos de los puntos anteriores. Aquí.

Estos ítems y otros más son compilados en la Agenda 2030, sacralizada por la ONU, pero escrita con anterioridad por la WEF. 


Cosas aisladas que eran dichas por lobos aulladores, fueron tomando volumen y quedaron a la luz (para el que quiere ver) con la forzada cuarentena de una epidemia ficticia.


Enemigos del Pueblo

Europeos y norteamericanos se preguntan por qué los gobernantes ingresaron millones y millones de personas, por lo general varones en edad adulta o juvenil, que tienen como común denominador, en su mayoría, que no son cristianos. Todos los discursos se caen, cuando muestran una supuesta benevolencia para introducir sirios pero no a cristianos armenios. Un ejemplo de miles posibles.

El reemplazo poblacional es una vieja treta de los imperios, particularmente utilizada por los ingleses. Siglos atrás, contra Irlanda, donde colocaron población protestante escocesa. A partir de ahí, la práctica fue recurrente.

El plan general, con la pseudopandemia, quedó bastante a la vista. Así como todo el andamiaje de soporte: políticos, periodismo y académicos. Las voces a favor fueron amplificadas, las negativas calladas. 

Ahora saldrá la verdad de a retazos, pero no habrá castigos. La ley existe para penalizar a Trump o a Salvini, nunca a un Fauci. Y en los rarísimos casos que entreguen algún chivo expiatorio, será solamente para largar lastre y proseguir su curso de implementación.


Donald Trump

Esta semana condenaron en primera instancia al ex presidente de EEUU Donald Trump. Desde el principio el establishment intentó por todos los medios expurgarlo. Desde una campaña brutal en el 2016, hasta dos juicios políticos durante su mandato y finalmente, coronaron con un burdo fraude electoral en el 2020.

En Restaurar tenemos muy en claro que los conservadores son hoy los "progres". Ellos quieren conservar la ley de aborto, los presupuestos estatales que usan a su gusto, las leyes "garantistas", los juicios "de verdad y justicia", el antimilitarismo, el Global Compact. Pero sobre todas las cosas, los progres hoy controlan el sistema judicial, la academia, el sistema educativo; en Argentina, GB o EEUU: ¿qué incentivo tendrían para cambiar el status quo?


Además, los funcionarios norteamericanos incriminaron a miles de ciudadanos a pie por apoyar a Trump. Sin respeto a los procedimientos legales, en juicios amañados y sin ninguna indulgencia en los cumplimientos efectivos de la pena. Eso además, con una fortísima campaña de desprestigio, no sólo contra los funcionarios, sino contra ciudadanos de a pie. Por medios de comunicación, pero también por series televisivas, como “FBI most wanted” (Producciones Wolf), donde los nuevos malos son los rednecks que votan a Trump.

Ningún argentino que no sea un jovencito se va a inmutar. Nosotros sufrimos numerosos golpes de estado. En 1955, contra el presidente electo Juan Perón, vimos las maniobras del departamento de estado. En esa década se sucedieron, más o menos calcados, golpes en Guatemala, Grecia, Irán y Argentina. Funcionarios de Perón fueron encarcelados. Por ejemplo, todas las mujeres diputadas electas en 1952 y 1954 estuvieron casi dos años presas. Fusilaron a Valle y ciudadanos desarmados. Proscribieron el partido por 18 años. Sabemos perfectamente cómo es cuando los que mandan no quieren a José o a Pedro. Lo sabemos nosotros, lo saben los griegos, guatemaltecos, sirios, libios e iraníes y muchos otros.

Pareciera que los norteamericanos recién se están desayunando.

Los hispanoamericanos en general y los argentinos en particular tenemos muy en claro que el Departamento de Estado nos considera su enemigo. No es algo recién. Ya habían caído en la cuenta Julio Argentino Roca y Manuel Quintana; tradición que continúa hasta hoy en gran parte del pueblo.

La gran novedad (GRAN) es que parte del pueblo de EEUU se dio cuenta que la élite los considera enemigos, que busca manera de debilitarlos, desplazarlos, desposeerlos y eventualmente exterminarlos (Fight Club, 1999).


Ahora bien. Mi duda es la siguiente: yo vi (y veo) a Donald Trump como un gran apaciguador. Alguien que canaliza la bronca y resistencia que un régimen despierta y lo controla. Evita un mal mayor. 

El régimen empleó contra Trump las herramientas disponibles para no tener que recurrir a un asesinato. Las mismas que usa contra Salvini y pretendió usar contra Orbán. 

No entiendo la renuencia a dejar gobernar a los apaciguadores, a los que evitan que todo reviente, a los que canalizan el enojo popular.



Trump no frenó el programa de la élite durante sus cuatro años de gobierno. 

La burocracia gubernamental garantizó que eso no ocurriera. A la luz de los hechos, no se entiende la desesperación por removerlo. Era más fácil dejar que hiciera de presidente, mientras el Deep State hacía y deshacía.

¿Por qué no eligieron el camino de dejarlo cuatro años hasta el 2024 y que luego languideciera en el olvido, destino obligado dado que no pudo implementar casi nada de lo que quería hacer, al tener en contra todas las agencias federales?

Ilustración: @GPrime85

Y acá es donde nacen nuevas preguntas. Estos cuatro años (2020-2024) fueron utilizados eficientemente por el régimen para dejar entrar a EEUU a millones de hombres jóvenes en edad de milicia. El estado federal los repartió por todo el país, hasta en las ciudades más pequeñas. 

Pensar, como creen los seguidores de Trump, que la condena le va a dar un impulso electoral es una quimera. No importa cuantos votos consiga, él no los cuenta. Sus seguidores no los cuentan. El establishment hizo trampa en el 2020, no cambiaron las leyes electorales y los votos son contados por el Deep State. Nunca más el pueblo va a elegir candidato. Simplemente no va a suceder. Ni en EEUU ni en ningún país de Occidente. Aquí.

¿Entonces? ¿Cuál es el nuevo paso? ¿Por qué hay tantos hombres jóvenes antipoblación nativa en Milán, Boston, Birmingham, Cardiff? ¿Los disturbios de 2020 fueron un ensayo general? ¿De qué?

El Covid fue un ensayo general. ¿BLM también?

Todo esto va a pegar de una manera u otra en nuestro país. Mientras nuestros líderes están con la cabeza en otro lado.

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Otro sí digo:

Hay una parte de la película que no termino de entender. Si algún lector tiene una pista, que lo explique, así juntamos más piezas del rompecabezas. Se agradece.


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