LA MANADA CRIOLLA


Autora: Hyspasia

LA BATALLA ES CULTURAL

En Pamplona, Navarra, España, todos los años se lleva una fiesta multitudinaria. Sueltan toros y algunos hombres jóvenes corren detrás o delante de ellos, según su suerte. Y todos (excepto el eventual corneado o pisoteado) se divierten y son felices. A la noche a ir de tapas y de tragos. Aparentemente, según ciertos relatos, en los últimos años, a partir de la caída del sol la fiesta tornó a algo más dionisíaco donde todos comparten su pan, su mujer y no su gabán ya que hace bastante buen tiempo.

En las fiestas del año 2016 aparentemente cinco hombres (jóvenes) le hicieron una propuesta a una mujer muy joven, mayor de edad, para tener sexo grupal, lo que ésta aceptó. No lo sé (nadie, excepto los seis involucrados lo sabe) si fue a cambio de dinero, drogas o sólo porque sí.

Una vez convenido el trato partieron los seis de expedición a tratar de encontrar una pieza de hotel. Probaron suerte en dos lugares, donde no encontraron habitaciones disponibles. Esto es corroborado por los testimonios de las sendas recepcionistas y por las cámaras de video internas de ambos establecimientos.

Por lo cual, ¡Viva Dionisio! se fueron los seis a un zaguán, a tener sexo colectivo, lo que aparentemente en la jerga se denomina hard sex o sexo duro, lo que esto sea. No sólo eso, sino que los poco caballerosos donceles filmaron a la doncella y a ellos mismos en situaciones comprometidas.
Museo del Prado, "Ofrenda a Baco" de Michel-Ange Houasse.


En medio de la orgía aparece la policía. No sé si llamó una vecina que quería dormir o fue durante una ronda -detalles que seguramente estarán en el parte policial-, la cuestión es que los detuvieron a todos.
Tras lo cual la doncella empezó a clamar ante la policía que la habían violado. 

A partir de aquí se desata una histeria colectiva. Los medios españoles 7x24 hablando del tema. Opinaron ministros. Las feministas clamaban venganza y pedían 20 años de prisión para los salvajes varones, que sólo por serlo eran culpables y usaron y abusaron de un concepto, que las repetidoras vernáculas replicaron: “siempre hay que creerle a la mujer”.
Les dieron prisión preventiva a los cinco. Finalmente hay un juicio oral. Dos jueces deciden darles “abuso” y no “violación” porque quedó claro, básicamente por el testimonio de las recepcionistas de hotel, que el agrupamiento era consentido y porque la muchacha no fue convincente al decir que no había dado consentimiento. Un tercer juez votó (en minoría) la absolución de los cinco, porque si bien creyó que la conducta era bestial e incivilizada, los testimonios de la propia acusadora sostenían que la relación, por más repulsiva que pudiera parecer, fue consentida.

Tras lo cual, rápidamente, el ministro de justicia de España salió a públicamente pedir la renuncia del juez que votó en minoría.

En breve, éste es el incompleto, tendencioso y desprolijo resumen de lo que la prensa AMARILLISTA y de la otra titularon “La Manada”. 

Reflexiones para la Argentina

El apodo dado por la prensa tiene la connotación de comparar la conducta de cinco hombres y una mujer a la conducta de animales, en lugar de decir lo que los viejos llamaríamos libertinaje o conductas licenciosas. Los animales no tienen ni moral ni conciencia. Pareciera, por la manipulación periodística, entonces que no fuera acciones libres efectuadas por adultos libres sino algo distinto, vaya uno a saber qué es.

Tanto la prensa, como las feminazis, como los políticos socialdemócratas, ya sean del PP o del PSOE, que son lo mismo, se ponen en faro moral diciendo a todos lo que tienen que hacer. Y a señalar con el dedo las conductas ajenas. Lo que Delingpole llama “virtue signaling”. ¿Quién se creen que son? 

Esa es la contradicción intrínseca de los progres. Por un lado hablan de la libertad. Y de que uno es libre de elegir la forma de exteriorizar su sexualidad, libre de fumar marihuana, libre de esto y de lo otro. Que la prostitución está bien y que las prostitutas son “trabajadoras del sexo” y luego arman cazas de brujas. Se ponen en una posición de moralina hueca donde le dicen a todo el mundo cómo debe vivir, cómo debe comer, cómo debe copular, y se prohíbe la sal en las mesas de los restaurants, y luego claman “libertad”.


Velázquez.

Es de una enorme hipocresía. Y son estúpidamente contradictorios, si bien como dice Santana, son maestros en la capacidad de hacer contorsionismo ideológico.

En vez de aceptar el derecho de una mujer de estar con los hombres que quiera sin que nadie pueda opinar sobre ello, porque como planteó Juan Bautista Alberdi, plasmado en la Constitución, las acciones privadas sólo conciernen a Dios y están fuera del alcance de los magistrados, tratan en todos los casos de plantear “el caso” para cambiar la legislación, presionar la justicia y básicamente, propalar su agenda.

¿Qué buscan?

El planteo general en España, copiado acá, aunque aquí vamos varios pasos atrás, es que “la mujer” siempre tiene razón, que la justicia no puede ni debe ser imparcial sino que debe fallar siempre a favor de la mujer y que deben saltarse todas las salvaguardas del debido proceso para condenar al acusado sólo con el testimonio de la acusadora.



Detrás de las feminazis no sólo está la agenda global, dinero de Fundaciones y de la Unión Europea. Hay también, literalmente, miles de empleos públicos. Observatorios de la Mujer, Cátedra de la Mujer, Secretarías de la mujer en los tres poderes, en universidades y en cada municipio, provincia (allá les dicen autonomías) y gobierno nacional. Hay cientos de miles de personas - mujeres - que no conseguirían un trabajo privado ni a palos, con sueldos desde 1400 a 5000 euros. Miren si no hay interés en mover el tema. Lo traté aquí.

¿Y por casa cómo estamos?

Acá hay dos componentes: 
- la agenda, que es una ingeniería social que se empuja a través de los medios de comunicación, dado que no tiene arraigo en la población excepto en cierta minoría y excepto todas las que ya cobran de este curro, como la presidenta del Consejo de la Mujer o la Directora del Observatorio de Género de esto o aquello. 
  Pero para una mujer que atiende una verdulería y que está preocupada por los chorros a mano armada o por el costo de los servicios (otros chorros), o para el asalariado que no puede pagar las expensas, esta agenda le es ajena.

- La destrucción de las garantías en juicio, que son: 1. ser juzgado por juez natural y no por una asamblea popular o por la prensa, 2. el debido proceso, esto es pruebas, testimonios, y ser condenado cuando se halla culpable más allá de toda duda razonable, 3. se es inocente hasta que se prueba lo contrario, 4. no se juzga a alguien por el mismo hecho dos veces, 5. se juzgan actos, no a la persona, 6. las conductas privadas están fuera del alcance de los magistrados, 7. todos somos iguales ante la ley.
Esto es lo que pretenden romper las feminazis. Las feminazis no son nadie. Es puro humo inflado por los medios de comunicación. Son vivillas incentivadas por la agenda y el dinero global, como Diana Maffia, que de grande encontró alto curro, otras son transtornadas (psiquiátricas), otras son poco seso que se dejan llevar por las modas, y otras son jovencitas que el tiempo les enseñará. Pero no tienen más poder que quienes verdaderamente las digitan quieren que tengan. Son herramientas para modificar la ley, o la actitud de los jueces o el aparato legal. Contratan actrices por dos motivos: porque son más baratas y porque - más o menos - están entrenadas en repetir guiones. Sería mucho más difícil con, por ejemplo, la asociación de veterinarias.

Como siempre digo, la socialdemocracia que nos gobierna desde 1983 ya cambió la Constitución Nacional y casi todas las provinciales, el Código Civil, el Código Comercial, el Código procesal Civil y Comercial de la Nación, el código Procesal Penal de la Nación. Y la socialdemocracia insiste en cambiar el código penal. Lo intentó con Fernández, abortado por Massa, pero que contaba con el acuerdo del PRO (uno de los redactores era Pinedo), el radicalismo (uno era Gil Lavedra), la Coalición Cívica (no recuerdo el nombre del representante) y por parte del kirchnerismo tenían a Zaffaroni y Carlés. Ahora vuelven a la carga con estos pingüinos amarillos supersocialdemócratas. Más de lo mismo.

Pero la verdad sea dicha, todas esas garantías ya las hicieron bolsa con los juicios contra los militares. En el juicio a las Juntas, se violó el punto 1. En la reapertura de los juicios hubo varias violaciones: se juzgaron dos veces a las mismas personas o los mismos hechos (4), se juzgaron a los militares y no a todos (7), se juzgan a los militares por lo que son, lo que hicieron o no es accesorio (5) y no se respetó el debido proceso: barras gritando, aullando y vivando como si fuera un partido de fútbol, testigos entrenados para recitar lo que el abogado querellante o el fiscal quisieran - como el pseudoindio pseudomapuche que vio a Maldonado ser llevado por los gendarmes -, testigos mentirosos (gente que fue “colaboracionista” ahora jugando de payador perseguido, falsos guerrilleros, falsos perseguidos, etc.) (2). Y lo peor de todo son culpables hasta que demuestren lo contrario y aún si lo demuestran los declaran culpables igual (3). Lo que lleva a prisiones preventivas de 8 años, en contra de toda regla “occidental”, reglas aplicadas en las socialdemocracias europeas que financian a los grupos de pseudo DDHH. Muy bien descripto por @gauchomalo140 en “La Administración de la Venganza” y por mí en “Verdad incómoda”.

Este uso de grupos de presión son financiados primero por agentes externos, hasta que consiguen colgarse del presupuesto público y luego ejercen en simultáneo como parte del estado y como grupo de presión interfiriendo - desde el poder ejecutivo - en el funcionamiento del Poder Judicial, ya lo vimos con los “DDHH”. Con el feminismo se quiere hacer lo mismo.

En el caso de los DDHH y el juicio a los militares la Argentina fue un caso testigo para la Unión Europea (en ese entonces la Comunidad Económica Europea).  Empezaron con nosotros y como anduvo decidieron seguir con la Corte Internacional, etc. Es un mecanismo, para los europeos, de interferir desde el buenismo en asuntos externos. Sacar dictadores que les sirvieron bien y ya no los quieren, por ejemplo, para reemplazarlos por otros más baratos. Los franceses en el Chad y esos lugares.

También sirve, como lo describe magistralmente @gauchomalo140 para la venganza.
Ahora lo quieren aplicar en Gran Bretaña contra los militares ingleses que reprimieron en Irlanda del Norte, en el Ulster. Mi corazón está y estará con los irlandeses. Por católicos y por haber sido sometidos durante 1000 años. Dicho esto, se dieron como en bolsa unos y otros, con asesinatos cruzados por doquier. Y firmaron un armisticio. Ya está. Está cerrado ¿Qué quieren abrir? Y quieren hacer exactamente lo que hicieron acá. Nefasto.

Así que esa destrucción de la Justicia como expresamente ya está en nuestra constitución es un anhelo socialdemócrata. Acá y en Europa, evidentemente. Usan al feminismo como caso, para luego aplicarlo a otras cosas. Así la justicia estará compartimentada según el grupo social o de poder o de presión al que uno pertenezca. Es hacer bolsa lo que logró la Guerra de la Independencia, la Declaración de la Independencia de 1816 y la Constitución Nacional: que somos todos iguales ante la ley y no hay prerrogativas (art. 26). Lo expliqué en detalle en “Categorías”, tal vez mi mejor texto.



A todos nos cuesta, a mí me cuesta, ver qué hay detrás de cada cosa. Jamás me imaginé - como ahora lo veo tan claro - que el juzgamiento a los militares por el golpe, los secuestros, las torturas y los asesinatos era una forma de castigarnos por la Guerra de Malvinas. No lo pensé en 1985, no lo pensé en el 2007. Pero ahora viendo que en todo el Cono Sur y en Brasil pasó lo mismo y los únicos juzgados son los nuestros, ¿qué hay que pensar si lo que los distingue es Malvinas respecto a chilenos, uruguayos y brasileños? Y absolutamente todos los partidos se plegaron a la destrucción de las FFAA y a la desmalvinización. Son todos cómplices.

Con lo de las feminazis es lo mismo. Pensemos que persiguen no sólo lo que dicen que persiguen sino que además tratan de promover otra agenda. Nuestro desafío es adivinarla.

Y claramente, como sucedió con Trump, con Viktor Orban, con Salvini y con Bolsonaro, debe ser nuestra prioridad. LA BATALLA ES CULTURAL. Porque de ello depende recuperar las garantías constitucionales que son lo único que hay entre nuestra vida, nuestra libertad y nuestra propiedad, y la arbitrariedad del poderoso. Sólo nos defienden unos artículos de la Constitución y el poder judicial. Si terminan con él, con turbas obligando a fallar de una manera determinada, con legisladores que inventan leyes anticonstitucionales donde la pena no depende del hecho sino de la calidad del autor; entonces, nuestra propiedad, nuestra vida y nuestra libertad se desvanecen a cada paso.

Casos locales



Estas últimas semanas tuvimos casos resonantes donde los medios de comunicación estuvieron 7x24 dándole al parche para que hablemos sólo de eso y motorizar una agenda, que sólo conocemos parcialmente.
Cuando quisieron que el Senado aprobara la Ley Brisa (de indemnización a hijos de asesinadas por sus maridos/novios/amantes/concubinos), alguien (probablemente la empresa de cosméticos Avon que financia la Fundación Brisa) contrató a bailarinas profesionales para que ejecutaran una coreografía que la presentaron como una “movilización de protesta”. Fue un acto de propaganda.




En diciembre una ignota artista que tuvo su cuarto de hora como actriz de reparto que jamás pasó a mayores y cayó en el olvido, saltó a todos los medios de comunicación con una denuncia de algo que no ocurrió en la Argentina, por lo que ningún magistrado argentino tiene jurisdicción, que fue extemporánea, por lo que si hubiera habido algún acto punible, ya prescribió, y por supuesto, no sólo no hay pruebas sino que el relato en sí es extremadamente contradictorio, empezando porque no explica por qué la señorita estaba en la habitación de un hombre, por qué fue ahí y para qué. Es como la víctima de Pamplona pidiendo habitaciones de hotel vacías.

Esto en sí no tiene nada de particular. Siempre hay mujeres que buscan o dinero o fama o atención o dañar a otra persona o hacer algo que le pidan para promover los intereses de otros. O pudo ser verdad.
Lo que llamó la atención de este evento es la enorme difusión que le dio mucha gente. Actrices (por lo general faltas de trabajo, es cierto), el lugar que le prestaron, la producción del video que requiere dinero y trabajo (al menos un guionista, un iluminador, una maquilladora, un vestuarista, un director de cámara, un camarógrafo, un editor). Es mucha gente para que las pague una chica sin trabajo o que el sindicato decida pagar la producción de ese caso y no de otros. Peor aún cuando detrás estuvo haciendo la producción Grinbank, que ya había estado visitando diputados y senadores para promocionar el aborto.

Y, en eso se ve la hilacha, los medios de comunicación. ¿Quién estuvo detrás de esto para que todos los medios, al mismo tiempo y con la misma intensidad le dieran tanta bolilla? Aún si fuera verdad lo que contó la muchacha, ¿cuántos casos conocen que un verdadero caso de violación tiene esa preproducción mediática? Peor aún, políticos, comenzando por el presidente, a sólo horas, salieron a tuitear zonzeras y hoquedades.
Algo huele mal en Dinamarca.

Esta semana los medios estuvieron con una supuesta violación en masa en la costa. Luego resultó que varios estaban en una camioneta durmiendo, que la chica estaba en la carpa de los tipos, etc. Pareciera que quisieron armar otro caso tipo la manada, pero no les daban los hechos. Aunque con el caso Maldonado, los medios argentinos demostraron que los hechos mucho no les importan. 

Sin embargo hay diferencias entre estos dos casos: el primero fue armado, guionado, se contrataron muchas personas. El segundo pareciera que pasó (sólo Dios sabe qué pasó) y los medios trataron de capitalizarlo para la agenda global.

Demás está decir que a nadie le importan la cantidad de niños que las mujeres matan, ni la cantidad de ancianos, ni las varones coheteados por la esposa para irse con el amante, ni la cantidad de suicidios de niños, adolescentes y varones. Sólo les importan 200 asesinatos al año (que ni siquiera sabemos si son todos de violencia doméstica o hay mujeres asesinadas en ocasión de robo) y se olvidan de los 3000 suicidios anuales. Mala gente.

Recuerden todos que el “Ni una menos” fue algo organizado desde el gobierno, sobre un caso de una supuesta violada y supuesta empalada que luego se demostró que la fiscal había mentido de cabo a rabo.

No sé lo que hay que hacer excepto buscar un Bolsonaro para que con claridad frene esta agenda. 
Pero sí les digo que la agenda no tiene nada que ver ni con sexo, ni con derechos de las mujeres ni con violencia a las mujeres ni de las mujeres. Es intentar quitar en los hechos o a través de las leyes los derechos constitucionales que tanta sangre le costó a la Argentina conseguir y mantener.

Estén alertas.


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Les paso varias notas escritas en España sobre el tema La Manada y sobre la corrupción de la Justicia. Una de ellas ya se publicó en Restaurar. Excelentes. Y la nota sobre los juicios de Salem de @Betsiebook.
Dénle bolilla a esto, que es serio.

@Betsiebook"LOS JUICIOS DE SALEM"
Restaurar, sobre la manada y el debido proceso: "EL FEMINISMO RADICAL Y LA QUIEBRA DEL DERECHO PENAL".
Notas españolas sobre el tema "La Manada":
- Sertorio: "La manada, la piaria, la horda". 
- Javier Portella "EL LIBERTINAJE, LO SAGRADO Y LA HORTERA".
- Antonio Martínez: "La manada, nuestra piedra de toque".
- Cosme de las Heras: "Un juez valiente".
- Guadalupe Sánchez Baena: "‘La manada’: condenas extrajudiciales o la ley de Lynch en España.
- Javier Benegas: "LA MANADA: DE SUCESO A SÍNDROME".
-  Guadalupe Sánchez Baena:  "LA MANADA: UNA SENTENCIA TERGIVERSADA".
- J.L. González Quiroz: "LAS MANADAS Y EL ESTADO EN APUROS".
- J.L. González Quiroz: "EL REGRESO DE LA MORAL AUTORITARIA".

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Agradecemos la difusión del presente artículo:   

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