EL SEMIDIÓS DE LAS PAMPAS V

Juan Manuel de Rosas,

     Semidiós de las Pampas
Quinta Parte

Retrato del Maestro Enrique Breccia.

Continuación de "El Semidiós de las Pampas IV"

Autor: GONZALO IRASTORZA  [*]


XII.      Quiroga fue degollado… ¡Miserables! La sangre Argentina correrá en porciones” 

El asesinato de Facundo, en misión especial como mediador por Buenos Aires ante el conflicto Salta / Tucumán, fue el detonante que precipitó la asunción de don Juan Manuel a su segundo y afamado gobierno. Este trágico suceso [1], obra de los hermanos Reinafé de Córdoba, sería una suerte de punto de inflexión en la conducta del Restaurador. Su aliado en el interior, su amigo, el hombre que él había enviado a dirimir un conflicto interno, había sido víctima de la impunidad reinante, de la indisciplina colectiva, de ese desapego a la ley y el orden que tanto lo irritaban. Sabe que su hora ha llegado, y que no vacilará en encauzar a la República, a sangre y fuego, investido oficialmente de un poder hasta entonces desconocido. La dictadura más legendaria -y duradera- de la historia argentina estaba naciendo. 
  
XIII.    El Todo Poderoso dirigirá nuestros pasos”… El dictador ungido por la Providencia

            He admitido, con el voto casi unánime de la ciudad y de la campaña, la investidura de un poder sin límites que, a pesar de su odiosidad, lo he creído absolutamente necesario para sacar a la patria del abismo de males en que la lloramos sumergida. La Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación... Persigamos de muerte al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida y sobre todo al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de terror y de espanto. La causa que seguimos es la del Todopoderoso... [2] Don Juan Manuel, sin quererlo, recitaba la doctrina de la reacción francesa [3]. Al prestar juramento en la Legislatura [4], no sólo preanunciaba la férrea dictadura que sobrevendría, sino que se proclamaba ungido por Dios mismo para cumplir con la empresa de su gobierno.

            Persecución del orden al costo que fuere. Juan Manuel estableció resoluciones públicas moralizadoras, que de ser violadas, eran castigadas severamente. En todo momento, antepondría el bien común al de los particulares, el derecho del Estado al de los derechos individuales, la Patria a las garantías personales, en suma, el todo antes que la parte.[5] La anarquía, que una y otra vez se cernía sobre la República, encontraría en el Restaurador su más eficaz remedio. 

XIV.    Un Estado en guerra permanente

La dictadura de Rosas vivió en guerra permanente. Esta situación, poco tenía de novedosa. Desde Mayo en adelante, la República se debatía en continuos conflictos internos y externos. La Independencia, Caudillos y el Directorio, Guerra contra el Brasil, Unitarios y Federales...

Enfrentamiento civil, el más cruel de los escenarios, ya que las partes beligerantes, disputan  la posesión del Estado en consonancia con sus principios. La guerra civil, desde Atenas y Esparta, trajo consigo siempre la violación de los más elementales códigos de combate y reglas de empeñamiento. Pasa que el adversario, deja de ser tal, para convertirse en “enemigo absoluto” [6], irreconciliable. La coexistencia de ambas partes se torna imposible, ya que cada una de ellas sostiene una cosmovisión, una manera de ver al mundo, que no admite la permanencia de la otra. Con sus más y sus menos, este fue el “frente interno” en épocas de unitarios y federales. San Martín lo había previsto meridianamente, al profetizar que dado el nivel de encono de ambos bandos, la solución no llegaría hasta que uno de los dos partidos exterminase al otro.

El Restaurador, era perfectamente consciente de todo ello, y tal lo proclamara a los cuatro vientos al recibirse del mando por segunda vez, estaba dispuesto a defender la causa de la Federación en lucha a muerte [7] contra los enemigos del régimen.

Lo cierto es que, de resultas de los conflictos internacionales que vulneraban la integridad territorial, Rosas consolidó -e integró- el Estado nacional [8]. En el medio, batalló contra la Confederación Peruano-Boliviana y sus aliados unitarios, contra Francia y sus aliados unitarios, contra los anglo-franceses y sus aliados unitarios, contra Montevideo y sus aliados unitarios, contra Brasil y sus aliados unitarios. La connivencia de muchos enemigos del Restaurador con el extranjero enluta nuestra historia. El Santo de la Espada, los anatematizaba: “Nunca aprobaré que el hijo de un país se alíe con el extranjero para humillar a su patria.             

XV.      Rosas contra el mundo. Ante Su Graciosa Majestad y Luis Felipe

            Montevideo, estaba sitiada por las fuerzas federales de Oribe desde 1842... Decididamente hubiera caído, a no ser por la asistencia constante de Francia a sus defensores. En el interior de la Argentina, la situación volvía a estar en manos de Rosas, luego de los frustrados intentos de Paz, Ferré y Rivera por controlar Entre Ríos y Corrientes

            Divide et imperat. La vieja fórmula de los imperios, empujaría a las potencias coloniales, Francia e Inglaterra, a embarcarse en la guerra del Plata. Necesitaban la apertura de los ríos interiores, como medio de expansión comercial en la región... Y desde ya, el objetivo vital  para la Reina de los Mares: la independencia del Uruguay, 
transformando así a la Banda Oriental en estado tapón frente a las serias pretensiones de Rosas de reconstruir el antiguo Virreinato... Se da por sentado el clásico apotegma del pragmatismo en las relaciones internacionales: siempre es más accesible imponerse a varios estados pequeños que a uno grande.  

            Las potencias al ataque. Francia en primer término, y luego Francia e Inglaterra coaligadas, intervendrían abierta y militarmente en el Plata. “Los barcos de guerra ingleses y franceses seguían llegando al Río de la Plata. En julio, Ouseley y Deffaudis estaban ya en Buenos Aires tratando de convencer a don Juan  Manuel de que las tropas argentinas debían retirarse de la Banda Oriental y Oribe también, no obstante que este último dominaba su país por entero... Rosas encaraba al francés y al inglés, y lejos de amilanarse, les hablaba con decisión... La tentativa de los comisionados se rompió ante la energía indomable del gobernador, y aquellos acabaron por decir que no admitirían a Oribe como presidente legal del Uruguay ni aún elegido (sic). Pero Rosas se mantuvo inflexible. Dieron entonces un ultimátum de diez días y antes de vencer el plazo, pendiente todavía la solución, los marinos anglo-franceses intimaron a Brown en Montevideo que dejara detenida su escuadra en el puerto”. [9] Don Juan Manuel, devuelve los pasaportes [10] a los comisionados el 30 de julio de 1845, ante la evidente hostilidad de los imperios, que ya habían apresado a la marina de guerra rioplatense. Guerra a la vista. En agosto, los cañones anglo-franceses rindieron Colonia, mientras que el pirata internacional GARIBALDI [11] atacaba y saqueaba GUALEGUAYCHÚ, alzándose con un botín de más de 30 mil libras esterlinas.

      En noviembre de 1845, la CONFEDERACIÓN ARGENTINA, estaba siendo invadida por las escuadras combinadas de las dos superpotencias de alcance global de aquellos tiempos. La invasión, de motivaciones económicas y geopolíticas, había sido solicitada por un escaso número de uruguayos y argentinos sitiados en MONTEVIDEO. La fuerza naval más considerable que se viera jamás en los ríos, remontó el PARANÁ. La imponente flota invasora, compuesta por 11 buques de combate, contaba con más de 100 cañones, dotados de modernos proyectiles. Los patriotas confederados, no se amedrentaron ante tamaño poder. 

      Tendieron de costa a costa, en LA VUELTA DE OBLIGADO, San Pedro, cadenas sostenidas por lanchones, fortificando la ribera derecha con cuatro baterías de artillería. Las milicias y el ejército de línea, con poco más de 200 hombres, a órdenes del guerrero de la independencia, general Lucio MANSILLA. Tiempos de la epopeya nacional. La arenga de MANSILLA, retumba aún hoy en nuestros oídos: ¡Valientes soldados federales!... Los...  traidores unitarios... vienen hoy sostenidos por los codiciosos marinos de Francia e Inglaterra... Considerad el insulto... a la soberanía de nuestra patria, al navegar las aguas de un río que corre por... nuestra República, sin más título que la fuerza... ¡Ya no hay paz con la Francia ni con la Inglaterra!  Tremolen el río PARANÁ y en sus costas el pabellón azul y blanco, y muramos todos antes de verlo bajar de donde flamea... ¡Viva la patria - Viva la independencia - Viva su heroico defensor don JUAN MANUEL DE ROSAS...! [12]

Finalmente, los gringos desembarcaron. MANSILLA y sus bravos infantes patricios, cargaron a bayoneta limpia a los europeos. Luego de más de 12 horas de obstinada resistencia, OBLIGADO cayó en manos enemigas. Más de cien anglo-franceses perdieron la vida y cuatro de sus buques quedaron deteriorados [13]. Mansilla y sus hombres, siguieron hostigando a la escuadra en TONELERO y SAN LORENZO. Los imperiales, y de manera muy particular los ingleses, se iban convenciendo de que los costos que debían pagar por su intromisión en el PLATA eran demasiado altos. El 4 de junio de 1846, la escuadra y el convoy europeos replegaron río arriba, hasta el QUEBRACHO, donde nuevamente fueron desgastados por las fuerzas criollas. [14]

Los diplomáticos anglosajones y galos, empezaban a resignarse. Los enemigos de la CONFEDERACIÓN habían sido neutralizados, por lo que, carecían a esas alturas de aliados de peso en el PLATA. Tras arduas negociaciones, INGLATERRA, en 1849, y FRANCIA, en 1850, firmarían sendos y análogos convenios con la CONFEDERACIÓN, que constituían un altisonante triunfo diplomático para don Juan Manuel y sus hombres. Mediante los tratos ARANA-SOUTHERN y ARANA-LEPREDOUR, se desarmaba a la legión extranjera en MONTEVIDEO, se levantaba el bloqueo del PLATA, se devolvían MARTÍN GARCÍA y los buques argentinos apresados, y se saludaba en desagravio, al pabellón nacional, con 21 cañonazos.

Salió airosa la ARGENTINA del conflicto planteado por los anglo-franceses y sus aliados unitarios. Entre 1845 y 1850, la República, bajo la conducción de ROSAS, adquiría una energía desmesurada, consolidaba la unión nacional y hacía escuela en las relaciones internacionales.       

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 Agradecemos la difusión de la nota del Lic. Gonzalo Irastorza:  


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Notas:

[*] Lic. Cs. Pol. - RR. II., DNI: 24.493.548, gonzaloirastorza@yahoo.com.ar


[1]En todo el país, el crimen produjo profunda impresión... La muerte de Quiroga, decidió a los partidarios de Rosas a exigir su nombramiento como gobernador y la legislatura... no sólo le eligió el 7 de marzo de 1835 con facultades extraordinarias, sino con la suma del poder público, delegación que la legislatura, estaba autorizada para realizar.” BUSANICHE, José Luis. HISTORIA ARGENTINA. Bs. As., Solar, 1984, p. 520.

[2] BUSANICHE, José Luis. HISTORIA ARGENTINA. Op. Cit., p. 521.

[3]Si indagamos cuáles son las grandes y sólidas bases de todas las instituciones posibles del primero o del segundo orden, siempre encontraremos a la religión y al patriotismo... No hay verdadero patriotismo sin religión... Desde que el hombre se separa de la divinidad, se corrompe y corrompe todo lo que toca... Todo nos conduce entonces al Autor de todas las cosas. El poder proviene de Él, la obediencia proviene de Él, todo proviene de Él, salvo el mal”. DE MAISTRE, Joseph. ESTUDIO SOBRE LA SOBERANÍA. Bs. As., Dictio, 1978, pp. 83/84/197.

[4] Marco monumental rodeó la asunción de Rosas en 1835: “Su excelencia, acompañada de los generales Pinedo y Mansilla, llegó a la... Representación.... Desde la azotea, arrojaron flores algunas damas... No había ventana, ni puerta, ni balcón, ni azotea, que no estuviera cubierta del bello sexo... Jamás he visto una función que más despertase la atención pública, jamás he visto mayor concurrencia de gentes de todas clases.” GUTIÉRREZ, Juan María. En: REVISTA DE DERECHO. Bs. As., Historia y Letras, 1972, T. LXI, Carta de Gutiérrez del 25 de abril de 1835.

[5]Si cada uno se vuelve juez de los principios del gobierno, en seguida veréis nacer la anarquía civil o la destrucción de la soberanía. El gobierno es una verdadera religión: tiene sus dogmas, sus misterios, sus ministros; someterlo a la discusión de cada individuo y aniquilarlo es la misma cosa. La primera necesidad del hombre es que su razón naciente se anule, se pierda en la razón nacional para que cambie su existencia individual por otra existencia común. ¿Qué es el patriotismo? Es esta razón nacional de que hablo, es la abnegación individual.” DE MAISTRE, Joseph. Op. Cit., p. 60.

[6] Cfr. SCHMITT, Carl. CONCEPTO DE LA POLÍTICA. Bs. As., Struhart & Cía, 1982.

[7] De haber sido contemporáneo de aquellos tiempos, el maestro hubiera anticipado: “Ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada”. LUGONES, Leopoldo. LA PATRIA FUERTE (“El discurso de Ayacucho”). Bs. As., Círculo Militar, 1930, p. 17.

[8] Contra ROSAS o con ROSAS, la cuestión, la resuelve la filosofía. Quien esté por las garantías individuales, por los derechos de la persona, por la “parte”, estará contra el Restaurador; quien esté por la soberanía nacional, por los derechos del Estado, por el “todo”, estará a favor de Juan Manuel.  Decía PERICLES: Yo creo que un Estado integralmente equilibrado es mucho más provechoso para los particulares que uno que beneficia a los ciudadanos como individuos, pero en lo colectivo se frustra. Pues un hombre que lleva bien lo suyo, si la patria se destruye, no participa menos de su ruina, mientras que, si es desventurado en una nación venturosa, lo sobrelleva mucho mejor. Desde que el Estado es capaz entonces de cargar con las desgracias privadas, pero no que los individuos carguen con las de él, cómo no va a ser necesario socorrerlo entre todos, y no lo que están haciendo ustedes que, fuera de quicio por las miserias que golpean cada casa, se desentienden de la salvación común.” TUcídides, libro 2, 60.

[9] BUSANICHE, José Luis. HISTORIA ARGENTINA. Bs. As., Solar, 1984, p. 591.

[10] Rosas despacha a los intervencionistas: “El Gobierno ha conservado puros e ilesos, como era su sagrado deber, los primordiales derechos de soberanía e independencia y el honor sin mancha de la Confederación, y primero ser reducirá el país a escombros gloriosos que consentir tanta humillación e ignominia como la que pretenden imponerle los ministros de Inglaterra y Francia...” FERNÁNDEZ, Fernando. Op. Cit., p. 279.

[11] Debido a su “ejemplar accionar”, el “ilustre” GARIBALDI fue reconocido, post CASEROS, erigiéndose un monumento en su honor en la actual PLAZA ITALIA de la Ciudad de BUENOS AIRES.

[12] FERNÁNDEZ, Fernando. Op. Cit., pp. 291/292.

[13] El almirante inglés Inglefield comentaba: “Siento vivamente que este bizarro hecho de armas se haya logrado a costa de tal pérdida de vidas, pero considerando la fuerte posición del enemigo y la obstinación con que fue defendida, debemos agradecer a la Divina Providencia que aquélla no haya sido mayor.” CAILLET-BOIS, Teodoro. HISTORIA NAVAL ARGENTINA. Bs. As., Edipresss, 1982, p. 425.  

[14]Este combate fue un serio contraste para los aliados... se convencieron de que, por armados que estuviesen, les estaba prácticamente vedada la navegación en nuestros ríos. Más de sesenta hombres fuera de combate y muchas averías en los buques de guerra... Pagaron ahí tributo siete velero... La guerra de vapores en el Paraná, constituye, en definitiva, un triunfo de Rosas.” CAILLET-BOIS, Teodoro. Op. Cit., p. 427.

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