HUAWEI Y EL SERVICIO SECRETO BRITÁNICO


Cómo funciona la colaboración entre los servicios de inteligencia británico y norteamericano y cómo la decisión británica de concesionar el 5G a Huawei la pone en riesgo.

Por Jamie Gaskarth
Nota original: https://reaction.life/how-us-uk-intelligence-sharing-works-and-why-huawei-5g-decision-puts-it-at-risk/

La decisión de Gran Bretaña de permitir que Huawei construya partes de la red de 5G británica a pesar de la oposición de EEUU amenaza debilitar una de las más sólidas y antiguas asociaciones de servicios de inteligencia.

No hay una relación de servicios de inteligencia más estrecha entre dos países que la que existe entre los EEUU y GB. Forjada durante la Segunda Guerra Mundial, creció a través de varios memorandos de entendimietno entre 1946 y 1948 hasta formar el UKUSA Acuerdo. Desde entonces, grandes volúmenes de datos de inteligencia fueron intercambiados entre ambos países.

El caso Huawei es inusual en tanto que GB y EEUU estuvieron públicamente en desacuerdo, mientras que otras disputas anteriores sobre temas de inteligencia fueron discutidas entre bambalinas. Es también el resultado de una deliberada política de Gran Bretaña. Y concierna la tecnología de comunicación - usualmente un área donde ambos servicios están alineados.

Los EEUU se opusieron públicamente a que Huawei se involucre en la construcción de la red 5G. Es más, enviaron una delegación de funcionarios de la NSA (National Security Agency) para defender su caso. La posición de los EEUU es que Huawei es una herramienta del Partido Comunista Chino y que permitir que construya partes de la red 5G permitirá que el estado chino tenga acceso a infraestructura vital y la habilidad de conducir espionaje a los ciudadanos de GB. A pesar de eso, Gran Bretaña siguió adelante, sólo se limitó a que la empresa china sólo pueda proveer partes que no son claves en la red de información. Esta es una extraña decisión por parte del gobierno británico toda vez que siempre aceptaron la presión de los EEUU y la prioridad de preservar un aliado tan importante.

Re UK decision on Huawei. Brits sucker punched US on absolutely key issue & at critical juncture. A thought on some leverage US could exercise:
1) USMC F-35Bs that will be “lent” to Royal Navy for carrier given RN aircraft shortfall
2) Trident D-5 cooperation. US should review


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[Los británicos rechazaron a los EEUU en un tema absolutamente clave y en un momento crítico (de implementación). Algunos puntos de presión que los EEUU pueden ejercer:
1. Abstenerse de prestar colaboración con USMC F-35Bs que se le iban a "prestar" a la Marina Real para compensar la falta de RN.
2. Deberá revisarse la colaboración de los EEUU en el proyecto Trident D-5].

Elbridge Colby, un ex asesor en temas de defensa de la administración Trump, delineó posibles medidas de los EEUU contra GB para desquitar el desaire.

El Secretario de Estado de EEUU. Mike Pomepo, ofreció un lenguaje conciliador en su visita a Gran Bretaña días más tarde. "[Los británicos] Consideraron el tema cuidadosamente. Respeto una decisión soberana", dijo. Respecto a si esta decisión modificará la futura colaboración "está por verse".

Mientras investigaba la historia de la relación entre ambos servicios para un nuevo libro sobre la inteligencia británica, escuché cómo las tensiones crecieron antes de este episodio entre GB y EEUU.

En el año 2010, la Corte de Apelaciones de GB ordenó hacer público un sumario interno clasificado que contenía información de la CIA relativo al interrogatorio a un sospechoso de terrorismo, Binyam Mohammed. Durante el proceso judicial, los EEUU amenazaron con retirar toda cooperación de inteligencia y enviaron una carta desde el servicio de inteligencia de EEUU, luego de la resolución de la Corte de Apelaciones, donde deja en claro que habría reacciones negativas en caso de repetirse la situación.

Un miembro del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamente a quien entrevisté recordó hablar con funcionarios de la CIA poco después del incidente y comprobó:

Que estaban realmente enojados de que su inteligencia hubiese sido usada en una audiencia pública en tribunales para ese caso y había sido bruscos...Recuerdo que uno de ellos dijo "Si alguno va a volar el centro de Londres, cooperaremos con ustedes. Cualquier cosa menor, olvídense".

De hecho, la relación sobrevivió intacta. Pero si ésa es la manera como actúan los EEUU cuando el gobierno británico es ordenado a actuar por una corte, esperemos que se enojen aún más detrás de bambalinas si GB hace una elección por su voluntad que les contraría.

La última discrepancia es sobre tecnología de comunicaciones, que, hasta el momento, había sido el área de mayor colaboración entre las comunidades de inteligencia de EEUU y GB. Funcionarios de la NSA están en forma permanente en la Sede de Comuniciaciones del Gobierno de GB (GCHQ) y viceversa. Un antiguo director de GCHQ me dijo que sus contrapartes de EEUU por lo general "eran generosos al pasar knowhow sobre la tecnología que utilizaban". GB se beneficia significativamente de esta conexión con agencias de estados unidos que cuenta con más y mejores recursos, como es la NSA.

Este nivel de calidez de las relaciones no se nota cuando describen a los oficiales de otras agencias de GB, en particular el servicio secreto de inteligencia, MI6. Un antiguo oficial de inteligencia explicaba, usando un país ficcional, Ruritania, como ejemplo:

En la forma en que trabaja la inteligencia, si yo fuera con los norteamericanos y dijera: "Realmente quisiera saber algo sobre Ruritania pero no podemos conseguir nada, ¿nos podrían ayudar?", la respuesta sería "Nos encantaría ayudarlos, pero no tenemos nada". Sin embargo, si fuera a los norteamericanos y les dijera "Estamos preocupados con Ruritania, por lo cual hemos empezado un programa de recolección de datos y acá está lo que nosotros creemos...", los americanos dirían "Bueno, es muy interesantes. Tenemos algunos reportes que nos gustaría compartir con ustedes". Así se trabaja. Siempre es recíproco. No hay almuerzos gratis.

El riesgo de pasar por alto las objeciones de los EEUU sobre el caso Huawei es que comienza a minar los aspectos más aglutinantes de la cooperación entre GB y EEUU, como las comunicaciones y vigilancia, lo que lleva a una relación mucho más transaccional (y potencialmente frágil) en el futuro. Eso podrá tener un gran impacto en la relación futura de ambos servicios de inteligencia.

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Este artículo fue originalmente publicado en THE CONVERSATION.

Jamie Gaskarth es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brimingham.

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How US-UK intelligence sharing works – and why Huawei 5G decision puts it at risk
BY JAMIE GASKARTH 
https://reaction.life/how-us-uk-intelligence-sharing-works-and-why-huawei-5g-decision-puts-it-at-risk/


The UK’s decision to allow Huawei to build part of its 5G network despite US opposition threatens to undermine one of the world’s longest standing and most important intelligence partnerships.

There is no closer intelligence relationship between two countries than that between the UK and the US. Forged during the second world war, it developed through a series of memorandums of understanding between 1946 and 1948 to form the UKUSA agreement. Since then, a huge volume of intelligence has been shared between the two countries.

The Huawei case is unusual in that the UK and US have disagreed publicly, whereas disputes on intelligence issues usually play out behind the scenes. It’s also the result of a deliberate policy choice by the UK. And it concerns communications technology – usually an area of close alignment.

The US publicly opposed Huawei’s involvement and even sent a delegation of officials from the National Economic Council and National Security Agency (NSA) to argue its case. The US position is that Huawei is a tool of the Chinese Communist Party and allowing it to build parts of the UK’s 5G network would give the Chinese state access to vital infrastructure and the ability to conduct espionage on UK citizens. Despite this, the UK went ahead, albeit restricting the firm to supplying non-core parts of the network. This is a strange decision for the UK government to make as it has historically bowed to US pressure to preserve its most important alliance.

The US publicly opposed Huawei’s involvement and even sent a delegation of officials from the National Economic Council and National Security Agency (NSA) to argue its case. The US position is that Huawei is a tool of the Chinese Communist Party and allowing it to build parts of the UK’s 5G network would give the Chinese state access to vital infrastructure and the ability to conduct espionage on UK citizens. Despite this, the UK went ahead, albeit restricting the firm to supplying non-core parts of the network. This is a strange decision for the UK government to make as it has historically bowed to US pressure to preserve its most important alliance.

Elbridge Colby, a former deputy assistant secretary of defense in the Trump administration, laid out possible retaliatory measures against the UK by the US.

The US secretary of state, Mike Pompeo, offered conciliatory language on his visit to Britain days later. “They considered it carefully. I have respect for their sovereign decision,” he said, but noted that whether this would affect future cooperation “remains to be seen”.




Researching the workings of this relationship for a new book on UK intelligence, I heard how tensions have arisen before that threatened the flow of information between the US and UK.

In 2010, the UK’s Court of Appeal ordered the release of a summary of classified CIA information relating to the interrogation of a terrorism suspect, Binyam Mohammed. During the judicial process, the US threatened to withdraw intelligence cooperation and a letter was sent from the US intelligence community, following the appeal, making it clear that negative actions would follow should this be repeated.

A member of parliament’s intelligence and security committee, whom I interviewed, recalled speaking to the CIA soon afterwards and finding:

They were really annoyed that their intelligence had been used in open court in that case and they were just quite rude … I remember one of them saying ‘If someone is about to blow up central London we will cooperate with you. Anything else, forget it’.

In fact, the relationship survived intact. But if that’s how the US responded when the UK government was compelled to act by a court of law, expect it to be even more angry behind the scenes by the UK making a choice of its own volition.

The latest falling out is over communications technology, which has up to now been the closest area of cooperation between the US and UK intelligence communities. Personnel from the NSA are routinely embedded in the UK’s Government Communications Headquarters (GCHQ) and vice versa. A former director of GCHQ told me that their US counterparts are “extremely generous in passing over knowhow about how you get technology to work”. The UK benefits significantly from its connections with much larger and better resourced US agencies such as the NSA.

This level of warmth was not apparent in the descriptions of officials from other UK agencies, especially the Secret Intelligence Service, MI6. A former UK intelligence officer explained, using the fictional country Ruritania as an example:

The way intelligence works, if I were to go to the Americans and say, ‘We’d really like to know something about Ruritania but we’re not able to collect anything, can you help?’, the answer would be ‘We’d love to help you, but we’ve got nothing’. Whereas, if I were to go to the Americans and say ‘We are worried about Ruritania, so we have started a collection programme and here is what we think … the Americans would say, ‘Well, that’s very interesting. We’ve got some reports that we can share with you’. That’s how it works. It’s always reciprocal. There are no free lunches.


The risk in overruling US objections over Huawei is that it begins to undermine the closest aspects of cooperation, over communications and surveillance, and leads to a more transactional (and potentially fragile) relationship in the future. That could have a big impact on future intelligence sharing between the two countries.

This article was originally published in The Conversation

Jamie Gaskarth is  as Senior Lecturer in Politics and International Relations at the University of Birmingham


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