ARRUINARON UNA GENERACIÓN
Autor: #Bajenelgastopublico @hpititiminisky
El país entró en default en 2001, de la mano del presidente Adolfo Rodríguez Saa, seguida por el asalto a los depósitos en dólares en el sistema financiero argentino por el presidente Eduardo Duhalde en 2002. A partir de allí desapareció el crédito hipotecario.
Hay que aclarar que las instituciones financieras son intermediarios, reciben dinero en depósitos y lo prestan. El principal tomador de préstamos del sistema financiero argentino es el estado.
Composición de los préstamos del sector financiero argentino
Que raro que un país con tantos asistentes sociales, psicólogos, politólogos, sociólogos y economistas, ninguno haya analizado la crisis que está viviendo una generación, la nacida a partir de 1978 en adelante.
Hay que aclarar que las instituciones financieras son intermediarios, reciben dinero en depósitos y lo prestan. El principal tomador de préstamos del sistema financiero argentino es el estado.
Composición de los préstamos del sector financiero argentino
Fuente: http://www.bcra.gob. ar/PublicacionesEstadisticas/ Cuadros_estandarizados_series_ estadisticas.asp
Si este no puede pagar, le traslada el problema a los depositantes, dejándolos sin ahorros. Ocurrió con la pesificación asimétrica de Remes Lenicov. ¿Volverá a suceder con Alberto Fernández otra incautación de depósitos? Solo los políticos lo saben, por las dudas, el que puede corre a sacar sus dólares del sistema financiero argentino.
Todo argentino que haya salido al mercado laboral a partir de 2002, no tuvo nunca la oportunidad de aspirar a un crédito hipotecario y a soñar con la casa propia.
Salvo los que emigraron, los que entraron al estado a "trabajar" de funcionarios o los que recibieron ayuda familiar para conseguir esa propiedad.
Esa generación ni siquiera tuvo una década del 90 para soñar con un crédito hipotecario.
Argentina en 2020 entra nuevamente en default de la deuda. Con lo cual se esperan varios años de litigios y renegociaciones de la misma. Para empezar, un deudor que quiere negociar de buena fé, ofrece un superávit fiscal primario.
Con lo cual, se esperan varios años en que ni las empresas puedan conseguir fondos en moneda extranjera para realizar inversiones, encarar proyectos.
Lamentablemente, en Argentina los bancos son agentes de recaudación del fisco, las agencias recaudatorias se valen de estos para saquear contribuyentes vía Impuesto a Débitos y Créditos, Ingresos Brutos, SIRCREB, IVA, etc.
Dicho esto, Argentina lleva varios años sin moneda, claramente el peso argentino no sirve como reserva de valor. Y esta tendencia parece agravarse hasta 2021.
Fuente: Grupo Financiero Galicia.
Esto repercute dramáticamente en el salario real y la capacidad de ahorro de los argentinos. A lo que se suma las restricciones para acceder a dólares o a cualquier otra moneda extranjera.
Con lo cual, la sensación de muchos en la generación salida al mercado laboral a partir de 2002, es que luego de sucesivas devaluaciones, no importa en que lugar de la carrera laboral se encuentre un trabajador. El salario vuelve a niveles muy inferiores a los mil dólares por mes, a la subsistencia.
Fuente: Reporte del trabajo registrado. Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, 2019.
Encima, el empleo privado formal no crece hace años, gran parte de la población mendiga a los políticos por su cargo en el estado. Llevando al país a un círculo vicioso. Lamentablemente, la economía informal no tiene seguridad jurídica para atraer inversiones y premiar la productividad.
Lo que lleva a esta generación, que últimamente vive una crisis por año, a correr y correr, con suerte llegar a fin de mes, y tener algún restito por si se cae en la desgracia del desempleo... pero finalmente a posponer proyectos personales como la casa, el auto o tener hijos, posponerlos hasta que se vuelve muy tarde.
El daño que realiza esta casta política es irreparable. Hay toda una generación que trabajó muy duro y no tiene dónde caerse muerto.
A mediados del 2020 y al borde de otro estallido hiperinflacionario, conviene recordar las frases grandilocuentes de nuestros políticos, las razones que usaron para salir de la Ley de Convertibilidad en 2002:
"Estamos frente a una decisión transcendente, a una oportunidad única de recuperar la automonía monetaria"
Leopoldo Moreau (UCR)
"Lo que estamos debatiendo es mucho más que un conjunto de dispositivos jurídicos. Estamos generando los cimientos de un modelo de crecimiento".
Jorge Matzkin (PJ)