LUIS ESPINOZA



Cuando el terrorismo de estado es Nac&Pop, entonces no cuenta y se convierte en una herramienta democrática más.


Autor: Juan Martín Perkins  

Lo reventaron a palos, le pegaron un tiro, lo envolvieron y encintaron su cuerpo, lo cargaron y lo llevaron hasta un barranco catamarqueño, lo arrojaron y acordaron no decir una palabra. 

Simularon su desaparición y búsqueda. Burda e impunemente.


Nunca se sabrá qué le pasó por varias razones. Lo mataron donde gobierna un señor feudal patrón, dueño y señor de una corrupción estilo mafiosa. De esas coloniales, donde las categorías humanas son medievales.


No se sabrá nunca qué pasó porque nadie reclamará por él. Porque era un peón rural sostén de una familia con 6 hijos que venía de cobrar haberes. Porque no era piquetero. Porque la izquierda está ocupada en el asesinato de George Floyd para no incomodar al gobierno nac&pop... y de paso pegarle a Donald Trump.


Nunca se sabrá porque nadie lo subirá al altar del relato. 


Porqué se llama Luis Espinoza y no Santiago Maldonado.


Porque no tiene amigos mapuches ni un hermano como Sergio, funcional al curro de los DDHH y la indemnización perpetua.


Nunca se sabrá porque la ministra de seguridad es Frederic y no Bullrich…  y la maldita Gendarmería ya responde a “otros mandos naturales”.


Luis Espinoza pasará al olvido sin crónica en Página 12 ni en El Cohete a la luna... porque hay que echarle una mano al verdugo de Nucete… o al senador abusador de sobrinas…,


Lo que queda muy claro es el doble estándar del poder, la hipocresía y caradurez de su doble moral.


Esta vez nadie caretea en actos con la foto de Luis, ninguna maestra pegará la foto en el pizarrón, ningún piquetero levantará su bandera al grito de Luis Espinoza ¡Presente!


Cuando el terrorismo de estado es nac&pop, entonces no cuenta y se convierte en una herramienta democrática más.


Ningún periodista hizo un minuto de silencio ni se fotografiaron redacciones enteras con el retrato de Luis. Esta vez no. El covid 19 nos impide ser justos con eso de la ley pareja para todos.


Nobleza obliga, para ser justo, debo poner en estante aparte aparte a Diego Leuco que en soledad reclama por Luis. Me hizo acordar a la monja Marta Peloni.


Luis Armando Espinoza, trabajador rural, padre de 6 hijos, no murió. 


Para la democracia tucumana de Manzur y Alperovich, se fue de paseo a Catamarca. Como los artistas que se van de gira.


¿Se habrá ido en un vuelo del avión sanitario de la provincia? No, mala mía, el avión está disponible solo para el señor feudal.


Cosas del relato y su doble moral.


Juan Martín Perkins.


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