CAPITALISMO DE AMIGOS



Autor: James Delingpole (@JamesDelingpole)

Nota original: http://www.breitbart.com/london/2018/06/07/delingpole-finally-uk-conservative-minister-declares-war-crony-capitalism/


Finalmente, un ministro británico conservador declara la guerra contra el Capitalismo de Amigos


El secretario de Medio Ambiente de Gran Bretaña declaró la guerra al capitalismo de amigos. No va a ser reconocido por esto - no mientras nosotros estemos ocupados en (más que justificadamente) odiar a este gobierno que es peor que vómito de perro por su despreciable fracaso en implementar el Brexit. Pero deberíamos porque ha dicho algo importante.

Acá está lo que él dijo ante el think tank Policy Exchange (*):

El poder económico se ha concentrado en muy pocas manos, en las manos del capitalismo de amigos, quienes han manipulado el sistema en su favor y en contra de todos nosotros.

En las recientes décadas la deuda ha fogoneado el crecimiento de una manera insustentable - es más el crecimiento se construyó no sólo sobre irresponsables niveles de deuda sino sobre un tratamiento no sustentable en el uso de los recursos naturales.


Nuestras políticas, cultura y modelos regulatorios han trabajado en contra de la innovación, es más han empujado en esa dirección  por parte de poderosos intereses particulares.

Muchos de nuestros conciudadanos, especialmente aquellos sin calificaciones ni contactos para manejarse en el actual sistema de trabajo, ven que cobran cada mes menos y menos por su labor y que ellos mismos son cada vez más desvalorizados.

Esto que ha dicho el Secretario de Medio Ambiente es revolucionario. Va en contra del corazón de las políticas del Partido Conservador Británico de los últimos diez años y realmente sorprende y mucho que le hayan dado permiso para decirlo; el capitalismo de amigos es el elefante en el la habitación de Theresa May - es tanto la razón por la cual no puede sacarse de encima la amenaza que representa Jeremy Corbyn y, finalmente, la razón por la que no puede negociar un acuerdo medianamente decente por el #Brexit. (Bueno, eso y que es una completa inútil).

El problema se remonta al menos desde la crisis financiera del 2008. Ésta fue parcialmente "resuelta" - o mejor dicho, pateada al corner - utilizando rescates a los bancos, tasas de interés ultrabajas (**) y "facilitaciones cuantitativas" (también conocidas como "emisión monetaria" a.k.a. QE). Mientras algunos de mis amigos que saben de finanzas continúan jurando que era la única forma de evitar un desastre aún mayor, los efecto colaterales fueron escasamente menos horribles que el problema que pospusieron.

En el caso del sector financiero, estas consecuencias incluyen: los repulsivos, sobrepagados vividores que salieron de este lío sin ser castigados (de hecho, en el caso de gente como Fred "the Shred" Goodwin, fue recompensado con una gigantesca indemnización e impresionantes pensiones); la invención del concepto "demasiado grande para fracasar", que permite que las ineptas instituciones financieras que en el libre mercado hubieran quebrado y sido reemplazadas por otras más robustas ("la destrucción creativa"), continúen con respiración asistida gracias a los contribuyentes impositivos. Por lo que la City es apuntalada por el hombre de a pie. Y procedieron a demostrar cuánto aprecian a la gente común al votar masivamente por "Remain" (***) en el referendum de Gran Bretaña.




En el caso de la sociedad en general, exacerbaron la división entre los que tienen y los que no tienen (N.de T.: entre los desposeídos y quienes tienen un buen pasar). QE aumentó artificialmente el valor de los activos como son la propiedad inmobiliaria y las acciones de empresas - hizo que los ricos (los propietarios de activos) fueran más ricos, mientras que hizo más inaccesible la propiedad para aquellos que deben subir la escalera. Por lo que, además, causaron una división generacional, donde, a menudo, se escuchan enojados corbinistas (****) mascullando por todos lados. Tal vez votarían a Corbyn de todas maneras - los jóvenes se sienten atraídos por las promesas de mayor libertad por parte de los demagogos porque sus lóbulos frontales todavía no se han formado y porque sus profesores de ultraizquierda de la "facu" les dicen que todo esto es razonable y posible. Pero es una puerta enorme, como la de un granero, por la que entran grupos como Occupy, Antifa y las restantes, en cualquier lado que quieran presentar el caso de que el capitalismo falló; todo lo que deben hacer es invocar la frase "demasiado grande para fracasar", "banqueros angurrientos", "injusticia generacional" y todo el resto de clishés. ¿Y cuáles son las respuestas que la derecha tiene para dar?




Bueno, si no hubiera sido por el giro que el Partido Conservador dio luego de que David Cameron y su casi inimaginablemente estúpido Canciller George Osborne, la derecha hubiera podid tener una respuesta para dar. Ellos simplemente querían hacer lo que fuera necesario para sacarse el lazo del cuello.hasta que fuera el momento de jubilarse y poder dar conferencias a £500.000 y pasar a trabajos privados de un-día-a-la-semana por £650,000 al año, como por ejemplo, trabajar en BlackRock entre "editar" el Evening Standard y hacer campaña para boicotear y abortar el #Brexit.

Lo que esto quiere decir, en otras palabras, es que abrazan el demasiado-grande-para-fracasar, la emisión monetaria, las tasas de interés negativas, Davos-Man, el capitalismo de amigos vampiro al igual que sus predecesores laboristas. Éste fue el punto por el que George Osborne nombró al canadiense, ex-Goldman Sachs Mark Carney como Governor (Presidente) del Banco de Inglaterra: negocios como siempre para la élite de capitalistas amigos; los pobres gauchos, a joderse.

Por todo esto que el discurso de Gove resulta revolucionario.

Es un rechazo a casi todo lo que representa el Partido Conservador, lo que representan la mayoría de sus compañeros de Gabinete y más especialmente, los intereses económicos que representan la Primer Ministra y el Canciller,

Expone la intrínseca mendacidad del discurso de Theresa May cuando se convirtió en Primer Ministra, cuando dijo que quería sanar la "injusticia lacerante" y hacer la vida más fácil para "quienes apenas llegan a fin de mes". De acuerdo, tal vez ella no estaba mintiendo totalmente. Más exacto sería que ella simplemente es demasiado lenta como para entenderlo. Pero el punto es éste: ahora, en este momento, la política económica es EXACTAMENTE lo que los socialistas están siempre acusando a los conservadores de hacer: favorecer a los ricos a costa de los pobres.

Algún miembro del gobierno, un poco más veterano, debería remarcar esto. ¿Cómo, después de todo, va el capitalismo a parar la mala prensa si la única versión que la gente común aprecia es la del capitalismo de amigos?



Gove, por mucho que lo aprecio, no es mi primera opción para sacar al país de este quilombo - ése sería Jacob Rees-Mogg, obviamente.

Pero lo que Gove dijo en ese discurso es corajudo e importante y una señal de esperanza de que no todos los miembros de este gobierno son totalmente inservibles.

Por este pequeño consuelo, muchas gracias.

* * *
(*) Nota de la Traductora: Centro de Estudios Intercambio de Políticas [Públicas].
(**) N. de T.: Tasas reales negativas.
(***) N. de T.: Remain: los que proponían que Gran Bretaña se quedara dentro de la Unión Europea en el referendum británico del año 2016.
(****) N. de T.: Los partidarios de Corbyn, líder del Laborismo en GB. Una facción ultra-progre, con gran predicamento en jóvenes de clase media.

* * *

   
Agradecemos la difusión del presente artículo: 

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Versión en inglés original.

Finally, a UK Conservative Minister Declares War on Crony Capitalism
UK Environment Secretary Michael Gove has declared war on crony capitalism.

He won’t get any credit for this – not while we are (quite justifiably) hating on his dog’s vomit-pool of a government for its despicable failure in implementing Brexit. But he should because what he’s saying is important.
Here is what he told the Policy Exchange think tank:
Economic power has been concentrated in the hands of a few and crony capitalists have rigged the system in their favour and against the rest of us.
Over recent decades, debt has fuelled growth in an unsustainable fashion – indeed growth has been built not just on irresponsible levels of borrowing but an unsustainable approach towards natural resources.

‘Our politics, culture and regulatory models have worked against innovation, indeed have been pushed in that direction by powerful incumbents.



‘Many of our fellow citizens, especially those without the qualifications and connections to work the existing system, have seen less and less value placed on their work and themselves.’

This is revolutionary stuff. It goes so very much against the grain of Conservative policy over the last ten years that it’s quite astonishing he was given permission to say it: crony capitalism is Theresa May’s elephant in the room – both the reason she can’t quite shake off the threat of Jeremy Corbyn and, ultimately, the reason she can’t negotiate a halfway decent Brexit. (Well, that and the fact that she’s completely useless.)


The problem dates back at least as far as the 2008 financial crisis. This was in part “solved” – or rather, the can was kicked down the road – using bank bailouts, ultra-low interest rates and quantitative easing (aka “money printing”; aka QE). While some of my finance-minded friends continue to swear there was no other way of averting even greater disaster, the side effects were scarcely less ugly than the problem being postponed.
In the case of the financial sector, these consequences included: the hideous, overpaid irresponsible spivs who got us into that mess never being punished (indeed, in the case of people like Fred “the Shred” Goodwin, being rewarded with huge pay offs and massive pensions); the invention of the concept of “too big too fail”, whereby inept financial institutions which in a free market would be allowed to fold and be replaced by more robust replacements (“creative destruction”) were instead kept on life support by the taxpayer. So the City was propped up by ordinary people. And proceeded to show just how much it valued those ordinary people by voting overwhelming for Remain in the EU Referendum.
In the case of the broader society, it exacerbated the divide between the haves and the have-nots. QE inflated the value of assets such as property and shares – making the wealthy (ie asset owners) richer, while making it harder for those who don’t already own property to get on the ladder. Hence the generational divide you often hear angry young Corbynistas grumbling about. Perhaps they would be voting Corbyn regardless – the young are drawn to demagogues’ promises of more free stuff because their frontal lobes haven’t formed and because their resolutely left-wing lecturers at “Uni” tell them it all makes sense. But it’s a pretty barn door size target for Occupy, Antifa and the rest, whenever they want to make the case that capitalism has failed: all they need do is invoke “too big to fail”, “fat cat bankers”, “generational injustice” and the rest. And what answer does the right have in response?
Well if it hadn’t been for the drift the Conservative Party took under David Cameron and his almost unimaginably prattish Chancellor George Osborne, the right might have had an answer. But Dave and George didn’t want to be right. They just wanted to do whatever would get them off the hook till it was time to retire to their £500,000 a gig speaking tours and their one-day-a-week, £650,000 jobs working for BlackRock in between “editing” (lol) the Evening Standard and campaigning to undermine Brexit.
What that meant, in other words, was embracing too-big-to-fail, money-printing, low-interest, Davos-Man, Vampire-Squid crony capitalism just like their Labour government predecessors had. This was the point of George Osborne’s appointment of Canadian ex-Goldman Sachser Mark Carney as governor of the Bank of England: business as usual for the global crony-capitalist elite; screw you, ordinary folk.
Hence the revolutionary nature of Gove’s speech.

It is a rejection of pretty much everything his party, most of his fellow cabinet members, and most especially his Chancellor and Prime Minister stand for economically.
It exposes for the utter mendacity of that speech Theresa May when she became prime minister, about wanting to heal the “burning injustice” and make life easier for the “just about managing.” All right, maybe she wasn’t lying exactly. More likely she was simply too thick to understand it. But the point is this: right now, Conservative government economic policy is doing EXACTLY what socialists are always blaming conservatives for doing – favouring the rich at the expense of the poor.
Someone senior in the government badly needed to point this out. How, after all, is capitalism ever going to stop getting a bad rap if the only version ordinary people ever get to see of it is crony capitalism?
Gove, much as I love him, still isn’t my first choice to get the nation out of this mess – that would be Jacob Rees-Mogg, obviously.

But what he has said in that speech is brave and important and a sign of hope that not everyone within this government is entirely useless.


For which relief, much thanks.




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