PREGUNTA DON ARTURO
Autor: Juan Martín Perkins
Siempre leo a Pérez Reverte. Me gusta como escribe y lo que dice, aunque ahora un poco menos desde que se junta con Fernández Díaz y se convierten en un par de señores de rodete amantes de la corrección.
Es feo ver a tu referente literario claudicar en las opiniones con el objetivo de conservar y ganar nuevos lectores.
Hace poco lo escuché aceptar el idioma inclusivo, cuando no raya la idiotez, según sus palabras. Me pareció lamentable en un miembro de la real academia. Su renuncia fue muy leve, pero renuncia al fin.
En el argumento de que la lengua es “dinámica” cabe cualquier cosa. ¿Quién maneja el criterio para determinar qué es idiota y qué sensato.
El asunto es que nos cambian el lenguaje las voces que ni siquiera lo aprendieron correctamente. Y te arruinan la herramienta con la cual trabajas de esto… que es contar historias.
Cuestión es que un día en Twitter, el admirado Pérez Reverte, preguntó a sus lectores cuál creíamos que era la mejor época de la historia de España.
Me interesó repasar el tema y me dediqué a leer las respuestas que postearon gentes de varias partes del mundo.
Muy interesante…y doloroso.
Pensé que habría coincidencias en citar a tiempos de Isabel y Fernando. Creí que harían, mayoritariamente, referencia a la “última guerra medieval” de la Península. Pensé que evocarían a los Reyes Católicos creando un Estado moderno de base territorial no vasallática, no sometido a señores feudales sino a un único derecho público cuya soberanía tendría el monarca. En este caso, LA MONARCA. Isabel.
Pensé que alguna mujer contaría reivindicando las dotes feministas de Isabel, como Isabel supo aprovechar la coyuntura histórica de debilidad de la nobleza que pierde su papel y autonomía política en beneficio de la Corona.
Ninguna feminista contó cómo Isabel les sustrajo la autonomía militar de la que gozaban a favor del monopolio de la fuerza por parte de la Reina. Toda una Reina, Isabel ofrece a cambio la oportunidad de recuperar Granada, por 700 años reino Nazarí.
La Reina ofrece a los señores réditos, tanto en forma de propiedades como de prestigio y linaje.
Nadie hizo referencia a que Isabel recuperó el control de territorios que estaban en poder del papa como también los nombramientos en cargos eclesiásticos por parte del Monarca y no del Pontífice.
No hubo mayores referencias positivas a la etapa “revolucionaria” de Isabel La Católica. Se ve que al feminismo no le cuadra en el “relato”.
No alcanza con que haya descubierto America, conquistado y evangelizado. No alcanza con que haya echado a los Moros de España terminando con 700 años de ocupación y poniendo la semilla para ese reino donde nunca se ponía el sol. No alcanzó.
Para la España de hoy es una vergüenza. Por Las Cruzadas, La Inquisición ñañañañañaña
Mejor no cuento las respuestas que recibió Pérez Reverte. Son las respuestas de la España actual, acomplejada, avergonzada y culposa.
Yo no sé historia española como para decir exactamente cual fue su mejor época. La que si me atrevo a elegir, sin temor a equivocarme, es la PEOR. Sin dudas, la más penosa es ésta, la de la actualidad, incluyendo a todas las guerras.
La Reina Isabel la Católica de Castilla dicta su testamento en su lecho de muerte. Pintura de Eduardo Rosales, detalle. |
La España de hoy que pide perdón por su pasado de gloria, por su historia, cultura y tradición. La España que reniega de sí misma y me hace sentir huérfano. La separatista, la que teme exhibir su bandera, la que cierra sus plazas, la que tiene un rey de adorno ornamental.
¿Cómo no va a claudicar Pérez Reverte? "¡Tiene que vender sus libros!", me dice un amigo con el que comparto el gusto por la lectura. "¡Y se los tiene que comprar España!". Ésta España habitada por la descontextualización de la historia para convertirla en relato, como si fueran argentinos. O mejicanos exigiendo resarcimiento histórico por Hernán Cortés.
La mitad de los españoles han cedido la victoria en la batalla cultural a la izquierda. Hacen abandono de país. Igual que en Argentina, donde también se dice que las ideologías han muerto y lo que importan son las ideas.
Mientras, ideas e ideología de un discurso único, se han vuelto un férreo monopolio.
Mientras, todos se dicen de izquierdas.
Mientras, la agenda de la socialdemocracia nos duerme con que las ideologías han muerto.
Juan Martín Perkins.
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