GRAN BRETAÑA NECESITA OTRA MARGARET THATCHER

Delingpole: Bojo Perdió Su Mojo. Gran Bretaña Necesita una Nueva Margaret Thatcher

Bojo
DANIEL LEAL-OLIVAS/AFP/Getty Images
Autor: James Delingpole

Estoy manteniendo completamente la mente abierta en esta disputa por el liderazgo del Partido Conservador Británico. Mientras sean o Priti Patel o Steve Baker, no me importa quién gane...

Y respecto a los candidatos más favorecidos (al menos en lo que concierne a las casas de apuestas), lo que realmente no estoy viendo hasta ahora es mucha evidencia de que alguno de ellos se haya avispado del riesgo existencial que enfrenta el Partido Conservador.

Tal vez los resultado de las elecciones para el Parlamento Europeo sea lo único que haya en sus mentes. Pero lo dudo. Los conservadores ya han justipreciado el inevitable hecho de que el Partido Brexit va a ser el ganador por varios cuerpos de las elecciones de UE y que marcará la mayor derrota de los conservadores en sus 185 años de historia.

Aún así, por lo que he visto de las entrevistas, las declaraciones a la prensa y los slogans de campaña hasta la fecha, todos ellos piensan que es todo "business as usual" (negocios igual que siempre).

Esto es todos los líderes conservadores creen:
1. Los conservadores constituyen el natural partido de gobierno.
2. La próxima elección se definirá en el centro de la discusión política.
3. Quien sea que gana debe reunir la derecha y la izquierda del partido y construir una gran carpa que incluya a esta coalición.
Esto es la tradición establecida en la burbuja que es Westminster (el parlamento británico) por tanto tiempo que ha obtenido el carácter de sabiduría folklórica. Pero muy pocos dentro de la burbuja se han dado cuenta a qué nivel las cosas han cambiado, y cambiado profundamente, desde que el genio del Brexit salió de la lámpara en junio del 2016.
El genio Brexit cambió muchas cosas. Una cosa que hizo fue que algunas personas del bando "Remain" (quedarse en la Unión Europea) se volvieran totalmente desquiciadas. Hay para escribir un artículo por separado sobre este tema: gente que uno creía que eran razonablemente normales y que se volvieron chiflados balbuceantes.
Los obvios ejemplos son: Profesor A. C. Grayling, Andrew Adonis, Anna Soubry, Matthew Parris. Estoy seguro que a ustedes les encantará agregar algunos nombres.
Los menos obvios incluyen al menos uno de los que están en el actual racimo de candidatos a liderar el partido: Rory Stewart.
¿Ustedes recuerdan cómo, no hace mucho, él se presentaba como el futuro del Partido Conservador? Tenía "territorio" - un carácter exótico, primero como militar, luego como asesore en Iraq y Afganistán, un gusto por caminar largas distancias, un distrito del que es un popular representante en el salvaje norte.
Desde el referendum del Brexit, sin embargo, ha mostrado su verdadera naturaleza. No es un sólido thatcherista, después de todo, sino otro blandengue SJW (luchador de la justicia social) con ideas desastrosas sobre el calentamiento global.
Éste es uno de los grandes servicios que el referendum de Brexit ha prestado a la nación a la fecha: ha actuado como piedra de toque por el cual uno puede juzgar en un instante quién es realmente valioso y quién pertenece al antiguo decadente, corrupto, en quebranto ideológico orden que el Brexit está a punto de barrer (*).
El actual favorito para reemplazar a Theresa May es Boris Johnson. Pero me temo que Bojo ha perdido su mojo.
Me di cuenta el último octubre en la conferencia del Partido Conservador cuando él dio  su gran discurso: había colas para poder entrar que daban vuelta a la manzana, todo el mundo quería estar ahí en el momento en que Boris marcara su pretensión de ser el heredero de Thatcher - o, como yo esperaba en ese momento, el Donald Trump.británico.
Pero él erró. Era competente, pero olvidable. No en ese momento, ni en ningún momento desde ese entonces Boris mostró ninguna indicación de que comprende la escala de la tarea que lo espera. El Partido Conservador se encuentra en tan mal estado que no necesita un bufón adorable para amenizarnos el camino a los muchachos y las machachas con algunos estímulos. Necesita un cirujano para extirpar un cáncer.
Boris hizo toda su carrera hasta este momento haciendose el tonto como el Príncipe Hal. Si en algún momento quiere convertirse en Enrique V, necesita ese momento en que le dice a Falstaff: "No lo conozco, anciano".
Falstaff, en esta analogía, sería todas las cosas - tanto gente como ideas - que están haciendo que el Partido Conservador sea efectivamente invotable.
Esto incluye áreas de desastre como Amber Rudd, un remanente de la era Theresa May absolutamente inservible quien parece imaginarse que sólo porque una vez, accidentalmente tuvo a cargo uno de los ministerios importantes - Ministro del Interior - tiene derecha a ser considerada como una jugadora clave en la disputa en curso para el liderazgo del partido.
Rudd es pesadamente insinuando que, a pesar de haber sido espectacularmente ruda con Boris durante la campaña del referendum Brexit, no sería del todo adversa a mantener un liderazgo conjunto con él.
Johnson debería tratar esta oferta como Konrad Adenauer la hubiera tratado si el Almirante Karl Doenitz hubiera sorpresivamente sugerido que, debido a su rica experiencia de gobierno, podría ayudarlo en la nueva administración de Alemania.
Me preocupa, en primer lugar, que a Boris le falta la crueldad para librarse de los albatros del viejo y desacreditado Cameron/May orden.
Me preocupa aún más que le falte el rigo ideológico para hacer lo que sea necesario para transformar el Partido Conservador y ser elegible nuevamente.
Boris repetidamente invocó el espectro de "Una Nación" de los tories. Lo mismo, pareciera, el resto de los candidatos - aparte de Dominic Raab (lo que lo hace mi favorito entre los favoritos).
Pero la "Una Nación" de los tories es una de esas cosas vacías, tipo todas-las-cosas-para-todos-los-hombres, que significan más "por favor, quiéranme todos. Prometo que no haré nada demasiado radical que pueda enojar a nadie".
Y lo que el conservadurismo necesita ahora no es más un blando, compungido, sin espina dorsal centrista como parecen haber sido todos los primeros ministros desde John Major a hoy. Lo que necesita es un nuevo Thatcher.
Boris perfectamente tiene eso en él para ser tal personaje - siempre y cuando su sentido churchilliano del destino golpee y reduzca sus apaciguadoras, moderadoras, vendedoras tendencia, como la totalmente estúpida idea de lo que necesitamos ahora es acción en el cambio climático. 
La vuelta del tema del cambio climático a la esfera de los conservadores es una columna en sí misma que haré luego de que termine el tema de las elecciones.
Éste es mi mayor miedo: los conservadores no tienen en sí para encontrar otro Thatcher que necesitan para que los lidere a la victoria. Lo que significa que el juego se acabó. Lo que significa probablemente Jeremy Corbyn.
* * *

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