CATARATAS SIN AGUA
Cataratas del Iguazú sin caudal. |
La realidad es que nuestra Cancillería desde hace décadas no sirve. Desde entonces estuvo supeditada a los intereses brasileños.
A fines de la década del 60 y durante los 70, hubo muchos que avisaron esto cuando Brasil construyó varias represas río arriba. Nadie les hizo caso. Estos son los resultados. Hoy no hay agua en Iguazú, mañana puede ser peor. Si rebalsan Guairá o Itaipú en Brasil, las inundaciones que pueden provocar en Corrientes, Santa Fe o incluso más cerca pueden ser catastróficas. Incluso Yaciretá-Apipé, no sirve como contrapeso porque nuestra Cancillería aceptó las condiciones de Brasil para limitarle la cota, además de haber sido la obra más corrupta de nuestra historia. Y el verdadero contrapeso hubiera sido la represa de Corpus en conjunto con Paraguay, proyecto frustrado justamente por Itamaraty porque chocaba con sus intereses por lo que operó sobre la Cancillería guaraní para impedir que se llevara a cabo el proyecto. Y nuestra cobarde e inútil Cancillería dijo amén.
Brasil es una potencia geopolítica con objetivos claros. Buena parte de esa política está plasmada en la obra de Golbery do Couto e Silva escrita a principios de los 60. Donde se plantea Itaipú, la Transmazónica y otras represas y obras de alto valor de generación de energía y como factor de presión geopolítica.
La realidad es que nuestra Cancillería desde hace décadas no sirve. Desde entonces estuvo supeditada a los intereses brasileños. En Brasil, a diferencia de Argentina, el poder y las decisiones políticas más importantes pasan por Itamaraty y no por el Planalto. La política exterior es la prioridad en Brasil desde los tiempos del Imperio. Brasil como su madre patria Portugal, siempre fue la cara visible de los intereses de la Corona. La diplomacia brasileña es la mejor alumna del Foreign Office, el centro del poder en Inglaterra.
Nuestra diplomacia y el Palacio San Martín es una cueva de inútiles arrastrados ante el mundo. No tenemos política exterior. No tenemos hipótesis de conflictos. Carecemos de proyecto de Nación. El Poder en este país sentenciado se ha ido convirtiendo de a poco en el enemigo.
Ahora una peste nos confronta de verdad y sin vueltas con nosotros mismos. Y muestra a nuestro enemigo, los políticos, haciendo uso de la peste para seguir abusando de nosotros, tomando medidas que nos hacen cada día más esclavos y pobres.
En el pasado y no hace mucho, hubo argentinos que dieron su vida por la Patria y porque seamos libres. Su sacrificio no tiene que servir para que mantengamos ladrones, vagos y oportunistas. Para que políticos cínicos e hipócritas destruyan la producción y traten de miserables a los que producen y trabajan.
¿Queremos de verdad los argentinos seguir así?
¿Queremos seguir siendo gobernados por una casta infame e inescrupulosa?
¿Queremos seguir siendo cada día más esclavos?
¿Queremos de verdad que principios sagrados como el mismo concepto de Patria sea bastardeado?
¿Queremos en suma que sea este país que le dejamos a nuestros hijos y nietos?
Yo no quiero eso y creo que ya somos muchos que tampoco lo queremos.
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