INVERSIONES CHINAS - ALGUNAS REFLEXIONES II
Dudas contra palabras.
Autor: Marcelo Posada (@mgposada)
Continuación de INVERSIONES CHINAS - ALGUNAS REFLEXIONES I
Externalidades del proyecto
Comencemos, entonces, por las externalidades negativas y más adelante hablaremos de las positivas:
Externalidades negativas
► Del relevamiento informativo realizado se derivan los siguientes grandes núcleos temáticos que podrían aparejar consecuencias negativas: la cuestión medioambiental, el tema de la salud humana, los aspectos relativos al funcionamiento del mercado interno en la cadena porcina argentina.
► Al poco tiempo de la difusión pública de las posibilidades de estas inversiones de capitales chinos en la producción porcina argentina comenzaron a levantarse voces poniendo en cuestión la sostenibilidad ambiental de esos supuestos emprendimientos. Los ejes estaban puestos, principalmente, en la cuestión del manejo de los residuos derivados de las actividades de cría y engorde, en el manejo de los efluentes industriales, en lo realización de desmontes para expandir la superficie agrícola para abastecer a las grandes granjas porcinas, en el surgimiento de zoonosis producto del hacinamiento animal, y en las inadecuadas condiciones de producción que no resguardarían los parámetros de bienestar animal.
► Al conocerse el comunicado de Biogénesis mencionando una producción de 9 millones de toneladas, se encendieron las alarmas ambientalistas, puesto que implicaría una escala de trabajo y de generación de externalidad ambientales nunca vista en la Argentina, y para la cual, según los críticos, el Estado no estaba preparado para controlar. Posteriormente, cuando se corrigió ese número de producción esperada, hacia las 900 mil toneladas, igualmente los cuestionamientos continuaron.
► Rápidamente, se comenzó a difundir oficial y extra-oficialmente que las granjas serían integradas e integrales, con un funcionamiento de economía circular: se producirían los insumos y se aplicarían los residuos de la producción a otras actividades dentro del mismo circuito productivo (bioenergía, por ejemplo). La idea de los promotores públicos y privados de las inversiones chinas en este sector fue la de imponer el concepto que las granjas serían sostenibles ambientalmente.
► A las objeciones derivadas de la desconfianza de los ambientalistas a la capacidad de contralor del aparato estatal en materia de medioambiente, funcionarios de Cancillería y el mismo Ministerio de Agricultura y Ganadería enfatizaron que existe en el país un marco regulatorio medioambiental de avanzada, y que el Estado cuenta con los resortes suficientes y adecuados para hacerlo cumplir y así evitar daño ambiental. Palabras contra dudas. En cada uno de los debates audiovisuales revisados se planteó lo mismo y se respondió lo mismo: los excrementos animales y los efluentes frigoríficos serían reutilizados dentro del mismo establecimiento, por lo cual no impactaría negativamente en el medioambiente.
► En cuanto a los eventuales desmontes para practicar agricultura, esta objeción ambientalista fue replicada con un dato claro: entre el NOA y el NEA se producen más de 8 millones de toneladas de granos que hoy se exportan y cuyos productores deben afrontar un costo muy elevado por llevarlos a puerto. Así, al ser consumido en las cercanías, esos productores no deben abonar tales fletes largos, redundando en un beneficio económico para ellos. De lo cual se deriva que no habría desmontes para que crezca la superficie agrícola, sino que lo que antes se exportaba bajo la forma de grano ahora saldría bajo la forma de carne porcina.
► Al mismo tiempo, se argumentó desde el ambientalismo que el hacinamiento de animales en las granjas sería un caldo de cultivo para el surgimiento de zoonosis que, eventualmente, podrían “saltar” hacia los seres humanos, postura ésta, explicable por la sensibilidad existente con el tema del Covid 19. Las respuestas a esta objeción corrieron por pregoneros privados de estas inversiones, quienes manifestaron en distintos lugares que se plantean estas cosas por desconocimiento, puesto que en la actividad porcina la bioseguridad es primordial, y que es imposible que se generen las condiciones para el estallido de zoonosis como las que temen los ambientalistas. Aunque, hay que reconocer, la realidad de la peste porcina africana en China desmiente a dichos portavoces.
► El grueso de las objeciones de cuño medioambiental quedan resumidas en dos posiciones encontradas: la producción porcina en gran escala es peligrosa para el medioambiente y el Estado no puede hacer nada para regularlo y controlarlo, versus, el Estado cuenta con un adecuado marco normativo y lo sabe hacer cumplir y está dispuesto a hacerlo. Dudas contra palabras.
► Otra de las objeciones que se esgrimen contra la instalación de grandes granjas porcinas financiadas con capitales chinos es que, derivado del hacinamiento animal antes mencionado, podrían generarse condiciones sanitarias peligrosas tanto para los trabajadores directos como para las poblaciones asentadas en las cercanías. Y colateralmente, y apelando a la experiencia española en la instalación de tales grandes granjas, se mencionó que las condiciones laborales en esos establecimientos son inseguras y excesivamente exigentes para la mano de obra empleada en ellos. Del mismo modo, a estas objeciones se le respondió con que el Estado cuenta con un marco normativo suficientemente sólido y con capacidad de policía para hacerlo cumplir.
► Y el último gran núcleo de objeciones se concentró en torno al tema del impacto de estas inversiones en la estructura y funcionamiento de la cadena porcina en la Argentina. Básicamente, se plantearon dos aspectos: por un lado, el del destino de la producción, y por otro, el de cómo se articularían estas grandes granjas con la estructura de pequeñas y medias unidades productivas predominantes en la Argentina.
► Respecto de la primera cuestión, el conjunto de agentes públicos y privados que impulsan esta línea de trabajo señala que la producción que se obtenga de estas granjas sería pura y exclusivamente destinada para exportar a China. Nada de lo que se produzca aquí sería destinado al mercado interno, el cual sería abastecido por la estructura productora vigente en el país.
► Esta explicación tiene correlato con el plan general de China, según se informa en publicaciones afines a dicho país, de tener en producción a nivel mundial un cierto número de emprendimientos que le aseguren un flujo de carne para abastecer a su mercado interno, hasta tanto pueda reponerse de los efectos devastadores de la peste porcina africana. Ahora bien, ¿qué sucedería cuando dichos efectos sean subsanados?, ¿qué pasará cuando la peste porcina africana sea erradicada o exista un medicamento para combatirla sin necesidad de sacrificar esos animales?, ¿continuará la producción extra-territorial para el abasto interno de China?
► A estas preguntas responden los defensores de las inversiones aduciendo que el costo de producción de cerdo en Argentina es la mitad de ese costo en China, por lo cual, aún ante un panorama sin peste porcina en China, igualmente sería conveniente para ese país seguir aprovisionándose en Argentina de parte de lo que consume internamente.
► A la vez, señalan que se ha planteado que los establecimientos a levantarse con las inversiones chinas cuenten en sus frigoríficos con capacidad de depósito del volumen de cuatro meses de producción. Así, argumentan, ante una eventualidad como la vivida este año con los efectos del Covid 19, podría estoquearse la producción hasta que pueda ser recibida en China, sin necesidad de volcarse al mercado interno.
► Ahora bien, esta referencia se realiza siempre en relación a un “evento extraordinario”, pero nada se dice respecto de qué sucedería si el por algún motivo la demanda del mercado interno chino llegase a disminuir. La producción obtenida en Argentina se exportaría a terceros países o se volcaría al mercado interno argentino? La depresión de precios que eso ocasionaría, aún en escenarios de crecimiento continuo de la demanda interna de carne porcina, sería muy grande, impactando de lleno, en especial, sobre la capacidad competitiva de las pequeñas y medianas empresas productoras (que representan el 70% del universo productivo porcino argentino).
► En relación a la configuración estructural de la cadena porcina argentina, se planteó que la operatoria en gran escala de las nuevas granjas podría desplazar a las pequeñas y medianas, de larga tradición en la producción nacional. Sin embargo, se esgrime que en realidad sobrevivirían, puesto que las inversiones chinas, por un lado, producirían sólo para el mercado externo, y por el otro, porque el desenvolvimiento de las grandes granjas se realizaría con asociados argentinos (por imposición, según se informa en distintos medios, del gobierno nacional), y quienes logren asociarse con esas firmas chinas deben tener un background empresarial amplio, el cual no es propio de las pequeñas y medianas empresas. De ahí, entonces, que según los defensores de estas inversiones no habría un impacto negativo sobre la estructura de empresas intervinientes en el sector.
► Colateralmente, otra objeción que se manifiesta es que la cantidad de madres que se espera incrementar no puede ser abastecida por las cabañas argentinas, por lo cual la importación de animales será inevitable, con los riesgos sanitarios que ello apareja. La respuesta de los impulsores de esta iniciativa se centra en que, efectivamente, se importarán madres desde Brasil y Canadá, pero que se respetará la normativa sanitaria para la entrada de animales vivos que impone el SENASA. Sin embargo, críticos y defensores coinciden en un punto: el flujo de importaciones de cerdas encuentra en el lazareto del SENASA un cuello de botella. De ahí, entonces, que uno de los propagandistas de estas inversiones haga tanto énfasis en la necesidad de que se construya un nuevo lazareto junto al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Pero mientras esto no se concrete, la llegada de madres será un dificultosa, con el riesgo, además, de que para hacerla más fluida se debiliten los controles, incrementándose el riesgo sanitario de la importación de esos animales.
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