LOS VERDADEROS DUEÑOS DE LA PELOTA




Autora: Iris Speroni


El ministerio de Hacienda y Finanzas de la Provincia de Buenos Aires informa todos los meses su recaudación impositiva.

Lo encuentran acá.  

https://www.gba.gob.ar/hacienda_y_finanzas/direccion_provincial_de_politica_tributaria/recaudacion_provincial


Debajo del gráfico de torta informa la recaudación de enero a septiembre de este año en Excel. 


De enero a septiembre la provincia recaudó 331,6 mil millones de pesos. 

- 239 mil millones por ingresos brutos, 

- 32 mil millones de impuesto inmobiliario, 

- 28 mil millones por automotores, 

- 24,5 mil millones por sellos 


Del impuesto inmobiliario, un tercio corresponde a propiedades rurales. Casi dos tercios provienen de construcciones comerciales o de viviendas. 

Sería interesante tener esta información desagregada por departamento provincial. ¿Cuánto de ese dinero proviene de Lincoln, o de Ledesma o de Las Flores? ¿Lanús?

Segundo paso averiguar partido por partido cómo se gasta el dinero. No lo que giran en coparticipación provincial, ni las obras asignadas (eso está en el presupuesto), sino los gastos de cada ministerio in situ.

¿Cuánto gasta la provincia en educación, seguridad, justicia, salud en Lincoln? ¿Más o menos que los impuestos a los ingresos brutos, sellos, patentes automotor e inmobiliario de los vecinos de Lincoln?

La parte rural de la provincia se siente abandonada. Vidal quiso cerrar escuelas. Los caminos rurales están destruidos. El servicio de salud es insuficiente y los ciudadanos deben viajar kilómetros para llevar a su señora a dar a luz. No existen fueros especializados en problemática rural (abigeato o vandalismo contra silo-bolsas).

Ahora me pregunto, diez mil millones de pesos en impuesto inmobiliario en nueve meses ¿no da derecho a peticionar que al menos una parte de ese dinero no se dilapide en La Plata y sí se gaste en la ciudadanía?

¿No da derecho a una rápida respuesta frente a las usurpaciones?

Impuestos a los ingresos brutos. El 0,75% de toda la producción agropecuaria de la provincia, la principal del país, termina en La Plata. ¿Algo de todo eso no debería devolverse a las localidades para que los bonaerenses tengan buenos hospitales, colegios, y policía?

Justamente de este tema deberían ocuparse los diputados y senadores de la Legislatura Provincial. Son los custodios de ese dinero.

* * *

Buenos Aires urbana. ¿Cuánto dinero en impuesto a los ingresos brutos e inmobiliario urbano deja Bahía Blanca? ¿Y General Pueyrredón (Mar del Plata?) ¿Lanús, si seguimos con la letra “L”? 

¿Ese dinero no le da derecho al ciudadano a pedir que no le usurpen la casa o le roben cuando guarda el auto?

Cualquier diputado provincial puede (debe) pedir a las autoridades esta desagregación en la recaudación (fácil de obtener) y los gastos (no tanto, pero no imposible).

Hace un par de años atrás, Caruso Lombardi se quejaba en televisión, de que uno tenía que poner $ 7.000 por mes para entrar en su propia casa. 

Por lo que el abuso no es sólo sobre las propiedades rurales sino sobre todos los bonaerenses. ¿A cambio de qué?

Y acá pasamos a la segunda pregunta, a la que no le encuentro respuesta. Gente que paga 32 mil millones de pesos en sólo nueve meses ¿por qué no se queja? ¿Por qué ninguna cámara de comerciantes, pyme o productores emplaza al gobierno a devolver en servicios parte de los impuestos? 

El estado provincial cobró 28,15 mil millones de pesos en sólo nueve meses sobre camiones, automóviles y lanchas. ¿Por qué el estado no prevé los robos de autos? 

Ni hablemos de los encausados y presos con libertad condicional profugados, a los cuales ninguna fuerza de seguridad persigue. ¿Cómo es posible que haya más de cien mil prófugos? ¿La legislatura provincial no tiene nada que decir sobre este tema? Los juzgados y fiscalías que no renuevan semanalmente la lista de prófugos ¿son sancionados?

Si La Plata se va a llenar de burócratas, ¿no deberían burocratear? ¿Pedir listados? ¿Hacer seguimiento?

Los vecinos de las zonas urbanas (gran Buenos Aires), Mar del Plata, Zárate-Campana, Bahía Blanca, La Plata, tienen quejas justificadas por el incumplimiento de las obligaciones básicas del gobierno provincial. 

Personal de las Fuerzas de Seguridad mal pago, mal entrenado. Ni siquiera le compran el uniforme, lo que sí hace el gobierno con cualquier recolector de basura. No le compran las balas para entrenar tiro ni les proveen gimnasios. Cosas mínimas. Luego gastan fortunas en circuitos de cámaras de vigilancia. Porque ahí hay sobornos. En tener policías bien entrenados, no.

Los médicos y paramédicos ganan monedas. El servicio de guardia está lleno de novatos, médicos nuestroamericanos; todos mal pagos. El servicio administrativo de turnos para el servicio normal es pésimo. Rebaja al ciudadano a tener que esperar horas por un obstetra o un neumonólogo. Mal los profesionales, mal los pacientes.

Tal vez los ciudadanos deberían evaluar organizarse de otra manera. Si alguien tiene una casa en José León Suárez y paga ABL e inmobiliario, tiene derecho a una serie de bienes públicos. 

No a “cloacas” como promocionan los políticos una y otra vez. La Constitución no dice que las autoridades deben proveernos cloacas o agua corriente o servicio eléctrico o asfalto. 


La Constitución Nacional, en su Preámbulo, estipular qué es lo que las autoridades [“Nos, los representantes del Pueblo de la Nación Argentina”] deben proveer al representado, el Pueblo: “afianzar la justicia, consolidar la paz interior [seguridad], ..., promover el bienestar general [salud], y asegurar los beneficios de la libertad [ir al almacén sin que me asalten o que maten a una nena de meses por un tiroteo entre bandas]...”.

Sin embargo, no cumplen. Tienen grandes presupuestos para subsidiar a empresarios, comprar obra pública con sobreprecio, ñoquis, servicio de una deuda que no se sabe bien cómo contrajeron. Tienen dinero para sacar del rojo una y otra vez al BAPRO, el que nunca recupera los créditos a “empresarios amigos”. 


Los vecinos, comerciantes, empresarios pymes, industriales, transportistas, fleteros, productores rurales deberían exigir los servicios por el dinero que ponen todos los días.

Reclamarle al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Federico Otermín, que los intereses de los vecinos vengan antes que los de los burócratas o de los financistas o de los “empresarios amigos”. Dicho sea de paso, Otermín, del Frente de Todos es un pelirrojo de ojos claros que habla con papa en la boca. Para romper todo estereotipo.



¿Quién decide en qué se gasta el dinero de los impuestos? 

Los diputados y senadores de la legislatura provincial. Por lo que todos aquellos que en los primeros nueve meses del año le dieron 32 mil millones de pesos en inmobiliario, 28 mil millones de pesos en patentes y 260 mil millones de pesos entre IIBB y sellos, deberían gastar unos pesitos para poner gente que los represente en ambas cámaras.

Quedó demostrado que el radicalismo y el FdT sólo privilegia su burocracia y sus ong’s. 

Si los productores pagan 10 mil millones de pesos en inmobiliario rural, poner una fracción de eso para poner representantes que voten: tener fueros rurales, policía rural, servicio rural de salud y escuelas rurales no es tanto esfuerzo. 

Sin representantes no van a lograr nada.


Si los comerciantes le dan cientos de miles de millones de pesos en ingresos brutos a La Plata, deben tener representantes que defiendan - en el lugar diseñado para tal fin: la Legislatura - que no los asalten. Que se prevenga el delito y si no se logra, se encuentren a los delincuentes y se los juzguen; que busquen a los prófugos. 


Si los vecinos de Lomas de Zamora pagan tanto dinero en impuesto inmobiliario urbano, ¿no tienen derechos?

Nadie va a defender sus intereses mejor que los interesados.


Tema menor: existen impuestos con recaudaciones irrisorias; debe ser más caro el personal del sector de ARBA que el monto obtenido. Tal vez sea momento de eliminarlos.

Por último, nadie revisa en qué se gasta la plata. El Tribunal de cuentas estuvo en manos radicales durante Scioli, y en manos del Frente para la Victoria durante Vidal. Se cubren entre sí. Tal vez deba exigirse un trabajo profesional, apartidario para revisar las cuentas una vez cada cuatro años, como un juicio de residencia.


Los ciudadanos de Buenos Aires son los verdaderos dueños de la pelota. Tal vez sea hora de que elijan quién juega en su equipo.


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Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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