SANTOS INOCENTES
Autora: Hyspasia
Hoy es el Día de los Santos Inocentes.
Se rememora el día en que el salvaje de Herodes mandó a asesinar a decenas de niños por si alguno fuera en algún futuro a desafiar su poder.
Inocentes fueron asesinados para proteger el poder de un hombre.
En efecto, en una deposición ante la prensa, comunicó que el Presupuesto que había sido aprobado por el Congreso el día anterior era una fábula. Que había mentido, que ninguno de los parámetros ahí presentados sería respetado.
Una burla.
Fue un día mágico. Pero no mágico bueno, sino mágico pesadillesco.
Magistralmente descripto por @dcacademico en “LE PASO LA PALABRA A TOTO”.
Presenciamos a cuatro crápulas, brutos, ignorantes, borrachos de soberbia, hablar en público ante la ciudadanía que les paga el sueldo, como si estuvieran en cuatro reposeras en la playa de Solanas.
Nos faltaron el respeto a todos. Y terminaron de arruinar el gobierno de Macri. Lo que ya había hecho con meticulosidad Sturzenegger, cuando usó el BCRA para beneficiar a sus amigos de la banca en contra de todos nosotros, primero al pagar los ilegales futuros vendidos por La Insana y su caniche Vanoli, y luego al crear una gigantesca deuda a corto plazo, las LEBACs, crédito cuasifiscal. El truquito de Machinea para desplumar al pueblo y engordar a los bancos que generosamente financian las campañas políticas.
Ese mismo día la Cámara de Diputados debió pedir la remoción del Jefe de Gabinete (art. 53 de la Constitución Nacional) y la comisión conjunta de Diputados y Senadores que deben hacer seguimiento del accionar del directorio del Banco Central pedir la remoción de Sturzenegger.
Nada de eso hizo la clase política. Parece que tienen una enorme tolerancia a la tocada de culo. Aún cuando los tocantes son amateurs, soberbios e ineptos.
El Presupuesto es la ley fundamental de la Administración. Debería ser cumplida a rajatabla. Debería hacerse cumplir. Es el lugar donde nuestros representantes - los diputados - le dicen a todo el resto qué puede hacer y qué no. Se pasaron la ley del presupuesto por sus partes pudendas. Debieron ese mismo día enfrentar un juicio político y ser removidos. Hoy es tarde.
Marcos Peña, luego de que el PRO obtuviera la mayoría en la Capital y Cambiemos ganara la primera minoría en provincia de Buenos Aires creyó que era el rey. Es lo más parecido al Conde de Godoy que se me ocurre. Y eso que la historia conoce una larga historia de favoritos rastreros, inescrupulosos, desleales e ineptos. Lopecito, por ejemplo. Pero Peña es Godoy. Una máquina de cometer errores fruto de su codicia, soberbia y estupidez.
Godoy-Peña debió ser expulsado inmediatamente. Generó un enorme perjuicio patrimonial a todos nosotros. Perjuicio que no hemos terminado de pagar. Caída del PBI, del empleo, aumento de impuestos, descapitalización, venta de dólares propiedad del BCRA (nosotros) a los amigos. Sin embargo la Cámara de Diputados sigue sin pedir su remoción.
Merecen todos ellos ser removidos.
Su carrera loca de soberbia no terminó ahí.
Macri y él pusieron a Caputo al frente del BCRA. Su tarea se limitó a “dejar salir” de las LEBAC’s a todos los fondos de inversión extranjeros, garantizándoles el tipo de cambio. Se fueron a $ 25.
Cualquier día vamos a creer que a Peña no se le quedaron pegadas ninguna moneda de este desfalco de quince mil millones de dólares.
Siguió.
Él es el verdadero impulsor de la ley de aborto. A cambio de dinero del Banco Mundial, BID, FMI. O porque sí. O porque ciertas fundaciones financiaron la carrera política de varios miembros de Cambiemos. Con el tiempo lo sabremos.
Peña, al igual que Godoy, al igual que Herodes, tiene los manos manchadas de sangre.
Peña, tiene, además, los bolsillos llenos de dinero que no le pertenece.
Esperemos que aunque sea tarde y mal, la justicia se ocupe de él, de la forma en que los Diputados no quisieron o pudieron o supieron hacerlo.
Que la inocencia me valga.
Hoy es el Día de los Santos Inocentes.
Se rememora el día en que el salvaje de Herodes mandó a asesinar a decenas de niños por si alguno fuera en algún futuro a desafiar su poder.
Inocentes fueron asesinados para proteger el poder de un hombre.
También se cumple un año en que Marcos Peña, Jefe de Gabinete, se burló de los Diputados, Senadores y el Pueblo de la Nación.
En efecto, en una deposición ante la prensa, comunicó que el Presupuesto que había sido aprobado por el Congreso el día anterior era una fábula. Que había mentido, que ninguno de los parámetros ahí presentados sería respetado.
Una burla.
Fue un día mágico. Pero no mágico bueno, sino mágico pesadillesco.
Magistralmente descripto por @dcacademico en “LE PASO LA PALABRA A TOTO”.
Presenciamos a cuatro crápulas, brutos, ignorantes, borrachos de soberbia, hablar en público ante la ciudadanía que les paga el sueldo, como si estuvieran en cuatro reposeras en la playa de Solanas.
Nos faltaron el respeto a todos. Y terminaron de arruinar el gobierno de Macri. Lo que ya había hecho con meticulosidad Sturzenegger, cuando usó el BCRA para beneficiar a sus amigos de la banca en contra de todos nosotros, primero al pagar los ilegales futuros vendidos por La Insana y su caniche Vanoli, y luego al crear una gigantesca deuda a corto plazo, las LEBACs, crédito cuasifiscal. El truquito de Machinea para desplumar al pueblo y engordar a los bancos que generosamente financian las campañas políticas.
Ese mismo día la Cámara de Diputados debió pedir la remoción del Jefe de Gabinete (art. 53 de la Constitución Nacional) y la comisión conjunta de Diputados y Senadores que deben hacer seguimiento del accionar del directorio del Banco Central pedir la remoción de Sturzenegger.
Nada de eso hizo la clase política. Parece que tienen una enorme tolerancia a la tocada de culo. Aún cuando los tocantes son amateurs, soberbios e ineptos.
El Presupuesto es la ley fundamental de la Administración. Debería ser cumplida a rajatabla. Debería hacerse cumplir. Es el lugar donde nuestros representantes - los diputados - le dicen a todo el resto qué puede hacer y qué no. Se pasaron la ley del presupuesto por sus partes pudendas. Debieron ese mismo día enfrentar un juicio político y ser removidos. Hoy es tarde.
Marcos Peña, luego de que el PRO obtuviera la mayoría en la Capital y Cambiemos ganara la primera minoría en provincia de Buenos Aires creyó que era el rey. Es lo más parecido al Conde de Godoy que se me ocurre. Y eso que la historia conoce una larga historia de favoritos rastreros, inescrupulosos, desleales e ineptos. Lopecito, por ejemplo. Pero Peña es Godoy. Una máquina de cometer errores fruto de su codicia, soberbia y estupidez.
Godoy-Peña debió ser expulsado inmediatamente. Generó un enorme perjuicio patrimonial a todos nosotros. Perjuicio que no hemos terminado de pagar. Caída del PBI, del empleo, aumento de impuestos, descapitalización, venta de dólares propiedad del BCRA (nosotros) a los amigos. Sin embargo la Cámara de Diputados sigue sin pedir su remoción.
Merecen todos ellos ser removidos.
Su carrera loca de soberbia no terminó ahí.
Macri y él pusieron a Caputo al frente del BCRA. Su tarea se limitó a “dejar salir” de las LEBAC’s a todos los fondos de inversión extranjeros, garantizándoles el tipo de cambio. Se fueron a $ 25.
Cualquier día vamos a creer que a Peña no se le quedaron pegadas ninguna moneda de este desfalco de quince mil millones de dólares.
Siguió.
Él es el verdadero impulsor de la ley de aborto. A cambio de dinero del Banco Mundial, BID, FMI. O porque sí. O porque ciertas fundaciones financiaron la carrera política de varios miembros de Cambiemos. Con el tiempo lo sabremos.
Peña, al igual que Godoy, al igual que Herodes, tiene los manos manchadas de sangre.
Peña, tiene, además, los bolsillos llenos de dinero que no le pertenece.
Esperemos que aunque sea tarde y mal, la justicia se ocupe de él, de la forma en que los Diputados no quisieron o pudieron o supieron hacerlo.
Que la inocencia me valga.
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