PANDEMIA DE CORRECCIÓN POLÍTICA


Después de tanta hipocresía, me vino bien un baño de autenticidad sincera


Autor: Juan Martín Perkins  

Mientras el gobierno larga presos a mansalva, yo me pregunto... ¿qué sentirán las víctimas de sus crímenes y los policías que arriesgaron su vida en el cumplimiento del deber para llevarlos ante los jueces?

Me pregunto pero no hallo respuesta. Creo que no la hay desde la sensatez y la cordura.

Se nos dice desde el gobierno que es por una cuestión humanitaria porque las cárceles son un lugar de riesgo…Las comisarías, los supermercados, los hospitales ¿no lo son?.

La calle es un lugar de riesgo... y ahora debemos sumarle más de 2000 individuos que la justicia había separado de la sociedad para que no le hicieran daño. 

Como en el 73. ¿Creen que saldrán a repartir ramos de rosas? Serán 6000, anuncian.

Creo que mi obligación es ser contracultural oponiendo razón y resistencia a lo que se pretende instalar como “bueno” cuando no lo es. Sé que manipulan el lenguaje para llamar a lo que es, como si no lo fuera. Y viceversa. 

Todo lo invierten y confunden, si es necesario, para hacerlo de utilidad a sus intereses… Total, después te convencen de que defienden los intereses del pueblo. Siempre es por y para el pueblo.

A una senadora se le filtró un audio del ámbito familiar donde expresa un diagnóstico de situación sobre la realidad actual. El audio espontáneo y auténtico, expresa su pensamiento íntimo, el cierto, el que los políticos, por su naturaleza, nunca confiesan fuera de la corrección política.

La velocidad con que se viralizó el audio tiene relación con el impacto que tuvieron las palabras de la senadora en la sociedad. Prestó un gran servicio que ojalá tenga la lectura correcta por parte de la política en general. 

Tenemos una demanda en ese sentido. El descomunal cacerolazo que truena mientras escribo es la prueba.

La senadora no hizo ciencia ficción, sólo demostró tener los pies sobre la tierra.

Pretendemos que la verdad “inconfesable” no se filtre por accidente, queremos que sea la regla y que no dependa de especulaciones ni tiempos políticos. Merecemos la verdad siempre. Cuando conviene y cuando no. Aunque duela.

Lamento la actitud de toda la casta que le sacó el cuerpo como si tuviera lepra. A todos los vamos a ver garronear la foto de la vergüenza cuando la gente se harte de la hipocresía. A todos, especialmente a sus pares políticos.

Para contrarrestar este cuadro de cobardía me veo en YouTube un reportaje de Mario Pergolini a Ricardo Iorio.

Almafuerte y el Heavy metal no son lo mío, pero sí los tipos que no tienen pelos en la lengua y llaman a las cosas por su nombre, no solo en un audio familiar.

Ricardo Iorio, cuando hace filosofía dice lo suyo desde el fondo de las tripas, sin hipocresía.

Aunque enfrente tenga a Pergolini, Beto Casella, Tinelli o Mongoreto Flores y vengan degollando con sus prejuicios progres.

Presenta su nuevo álbum, “Trillando la fina” y le explica a Pergolini que el título no refiere a “merca” sino a cosechar lo que se siembra.

Iorio filosofa sobre la vida rural en sus pagos. Guatraché, La Pampa. Habla sobre el campo y la paisanada, su colección de cuchillos, el apego al trabajo de sus amigos menonitas, la patria, los símbolos, Dios…

Pide a Pergolini que deje de llamar “chicos” a los soldados que combatieron a los Ingleses en Malvinas… - Cortala Mario. No los subestimes. ¡¡¡Eran señores soldados y tenían unos huevos como 10 de los tuyos o los míos!!!

Iorio dice ante Pergolini, al aire de una radio masiva (está video en Youtube), “que le hubiera gustado, pero no fue puto ni trans por vergüenza”, porque Dios le dio su mejor capital haciéndolo así y él es muy feliz respetando su decisión.

Después de tanta hipocresía, me vino bien un baño de autenticidad sincera. Es un bálsamo escuchar a alguien que no anda por la vida haciendo autobombo, repartiendo su estampita y recitando mentiras para que lo voten. Alguien que se anima a decir desde las tripas que el idioma inclusivo es una pelotudez al igual que el feminismo impostado que practica machismo con peluca.

Alguien que se anima a decir que quien le pide a la novia que aborte, es una basura…alguien que no canta pavadas para un gobierno que le paga el cachet de festivales “gratis”... alguien que te dice en la cara que los mapuches son un invento financiado por una ong inglesa...

Agonizamos de corrección política… 

Yo me rescato con Ricardo Iorio… ¿vos?.

Juan Martín Perkins.





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