CUESTA ABAJO EN MI RODADA




El negocio es otro.
Todas las pymes que murieron durante el gobierno de Macri fueron daño colateral, una liebre en la ruta.

Autora: Iris Speroni



Hace 9 años que Argentina no crece.

La falta de crecimiento es una consecuencia, es un síntoma de que algo anda mal.

¿Por qué no se crece? Porque no se invierte lo suficiente ni para reponer el capital que se gasta ni nuevo para producir aún más.

¿Qué es una nueva inversión?

Para hacer cosas que no se hacían antes. Ejemplo: la planta enfardadora de alfalfa que inauguró el presidente esta semana. Es inversión nueva que permitirá exportar alfalfa a Medio Oriente.

Reposición de capital: reponer lo que se gasta o se rompe para que mantenga su valor. Supongamos una flota de 20 camiones con amortización de cada uno en cinco años. Para que la flota mantenga su antigüedad promedio, todos los años se deben vender los 4 más viejos y comprar 4 nuevos de la misma o mejor calidad. Caso contrario se desinvierte.

Si no hay mantenimiento de trenes, estos cada vez quedan más y más obsoletos. Hace que rindan menos: hay que bajar la velocidad promedio de las formaciones, menos locomotoras retrasan los convoyes, con menos vagones se carga menos por formación o se sobrecarga cada vagón. Finalmente, la falta de inversión conlleva retrasos, descarrilamientos. Menos facturación, mayores costos por exceso de reparaciones, hasta que se deja de ganar dinero y luego se pasa a directamente perderlo. Se puede extrapolar a cualquier rubro de producción.

Por lo que para mantener el nivel general de producción se debe - al menos - invertir el equivalente de lo que se desgasta o se rompe. Si no se invierte ese mínimo de reposición, estamos como ahora, con un PBI en caída libre (pre-covid 19).


¿Por qué nadie invierte? Por tres razones:

a. Algunos porque no tienen rentabilidad para reinvertir;
b. porque no están dadas las condiciones para hacerlo, quien invierta tiene demasiada incertidumbre sobre las posibilidades de recuperación;
c. Su negocio es otro.



a. Rentabilidad para reinvertir.
En numerosas oportunidades aseguré que la Argentina no necesita capitales extranjeros y si bien sería deseable que los argentinos con tesoro en el exterior lo invirtieran aquí, tampoco es imprescindible.


Necesitamos tener acceso a la riqueza que cada uno de nosotros produce y poder reinvertirlo si así se desea. Ya sea un productor de garbanzos de Córdoba o un albañil que vive en Quilmes, provincia de Buenos Aires. El primero para mejorar sus instalaciones y aumentar su producción o para comprar tierra árida e instalar riego para aumentar su superficie sembrada. El segundo para que haga una pieza al fondo de su terreno para alquilar. Uno aumenta las exportaciones del país, el otro obtiene una pequeña renta y le soluciona el problema de vivienda a alguien. La solución a futuro de la Argentina es poder reinvertir lo que uno gana. Para eso, entre otras cosas, hay que bajar los impuestos. Deben ser el 25% de lo que se genera y nada más. El resto hay que reinvertirlo. Con eso solo, sin soluciones mágicas, el país pica en punta.

b. No están dadas las condiciones.
Los fabricantes de maquinaria agrícola deberían ser triunfadores mundiales. Es claro que es imposible exportar a la Unión Europea por sus múltiples barreras para proteger a la industria alemana. Hasta John Deere tuvo que poner una planta en España por no poder exportar directamente desde EEUU. Sin embargo, Argentina debió ser el gran proveedor de maquinaria agrícola de Brasil (ese tren se perdió hace 30 años) y hoy de África y Europa Oriental (todavía estamos a tiempo). El tipo de cambio atrasado hace eso imposible, sumado a la Aduana y a infinidad de impuestos. Aún así nuestros industriales se las arreglan para hacer cosas impensadas como exportar tolvas a Hungría, Rusia, Lituania. 

Bien.

Pero se hace muy difícil con variaciones macroeconómicas en zig-zag (retraso cambiario, devaluación en loop), tasas de interés de 50% a 80%, y miles de regulaciones. Todo ese cúmulo de dificultades lleva a que no se gane plata. Si no se gana plata, no se reinvierte en expandir la operación. Todo peso que se lleva el estado en concepto de impuestos, es un peso que no se reinvierte. Si se lleva una parte razonable, ganan todos: queda para reinvertir y el estado puede invertir en bienes públicos (rutas, hospitales, policía), todos bienes públicos que redundan también en mejoras de la producción por vía directa (rutas) o indirecta (salud del personal o seguridad para la fábrica o el traslado de bienes y personas).

Con la rentabilidad en manos del productor agropecuario habría incentivo para volver fértiles todas las tierras áridas de la Argentina. Hoy son antieconómicas (si la zona núcleo trabaja al límite, imposible si hay que sumar el costo de riego).

Con rentabilidad en manos del industrial metalmecánico hay incentivo a expandir la producción. Y nuevamente, no es un tema sólo de tipo de cambio. Es i) tipo de cambio, más ii) impuestos, más iii) tasas de intereses delirantes.

Todo confluye contra el que trabaja e invierte. Ya sea el dueño de la planta o el personal de limpieza. Todos son víctimas. Tal vez con distintas herramientas. Tal vez con distintos restos. Tal vez con distintas suertes. Pero todos víctimas.

Y detrás de cada impedimento que listé (i, ii e iii) que evita que una pyme expanda su producción o que el personal se compre su terreno para edificar su casa, hay alguna de las organizaciones que socavan nuestro país.

i) tipo de cambio (beneficia a sectores privilegiados para giro de dividendos, importaciones subsidiadas, tesoro de políticos corruptos, el gigantes fraude de la industria automotriz);

ii) impuestos (para que los políticos le den dinero a sectores empresariales que ponen plata en las campañas como el Club de la Obra Pública, la banca con intereses fuera de rango, transportistas de personas, petroleros, fundaciones de todo tipo, laboratorios medicinales, otros proveedores del estado);

iii) el interés alto como ahora por arriba de 50%, o con Macri por arriba de 80% ha matado a miles de pymes. Sin embargo es sólo un subproducto y las pymes son sólo un daño colateral (*).


c. El negocio es otro.
El negocio no es invertir. O sí: invertir sólo lo necesario en condiciones aseguradas. Chevron invierte en Vaca Muerta si el estado le asegura un precio sostén (**). Las auríferas invierten si les aseguran exenciones impositivas por 30 años. Las concesionarias públicas (rutas, distribución de gas y electricidad, teléfonos) invierten lo mínimo posible y giran dividendos al exterior con dólares subsidiados. Ejemplo: el resarcimiento por 500 millones de dólares a Roggio y a Macri (***) El Club de la Obra Pública traduce sus excedentes a dólares, nuevamente con tipo de cambio artificial. 

El detrimento de un gaucho pobre en el Chaco se traduce en mayor ganancia para Lascurain o Wagner, Roggio o Macri. No invierten porque el verdadero negocio del grupo c) es ser sifón de las arcas estatales. Lo mismo sucede con los funcionarios públicos (****).

Si estas exacciones fueran moderadas, en la Argentina habría lugar para todos. Para que los que trabajan reinviertan en lo suyo, para que el señor de seguridad de la planta haga una pieza en su terreno, para que el camionero renueve su unidad. Y para que los funcionarios roben un poco, los banqueros ganen un poco y el Club de la Obra Pública gane un poco. Pero esto está desbocado y entonces la mayoría de los argentinos son cada vez más pobres y la exacción sólo aumenta.



Punto Final

¿Esto tiene un punto final? No.

Haití era un país rico. Resarcimientos de guerra a Francia durante décadas dejaron al país arruinado con una minoría en lujos y millones de indigentes. Las desgracias naturales llovieron sobre mojado. ¿Por eso el sector c) dejó de enriquecerse? No. Hoy explotan una mina de oro. De ese dinero al pueblo no le llega ni un penique (*****).

Por lo que sí, hoy los que empobrecen a la Argentina, el grupo c), pueden seguir haciéndolo, porque no son socios nuestros.

No es que cuanto más ganamos nosotros más ganan ellos. No les importa, porque sacan dinero aunque lleguemos a ser un 85% de indigentes.

Si queremos evitar ese destino, debemos cambiar el paradigma.


* * * 

"EQUILIBRIO INESTABLE" continúa en esta nota "CUESTA ABAJO EN MI RODADA". La trilogía concluye con "LA CUERDA ROTA" de próxima aparición.


* * *

Agradecemos la difusión del presente artículo:   

* * *

Notas:

(*) El verdadero negocio de la banca no es prestarle a las industrias locales, cualquiera sea el tipo de interés, sino al estado. Y lo hacen como todos los proveedores del estado, con sobreprecio. Hacen lo mismo que el que vende aceite al Ministerio de Acción Social. Cobran 80% de tasa anual en lugar de 20%. Ése es el negocio: ser proveedor del estado. El problema es que entonces fijan el precio del dinero para toda la sociedad. Todas las pymes que murieron durante el gobierno de Macri fueron daño colateral, una liebre en la ruta. Sí es negocio la deuda por tarjeta de crédito de las familias, pero igual es un negocio menor comparado con ser proveedor del estado. Por eso los bancos ponen dinero y mucho en las campañas electorales. Por la razón que fuera, la relación malsana entre funcionarios y la banca (Sturzenegger, Caputo, Dujovne y decenas de otros) es responsable de la destrucción de la forma de sustento de millones de argentinos.

(**) Barril criollo: para que 20.000 afiliados al sindicato de petroleros y 9 empresas petroleras, en todos los casos representadas por empleados (gerentes general pero empleados al fin) todo el país debe pagar combustibles caros que afectan a su día a día. Es un absurdo. Si quieren subsidiar a las 20.000 personas, que les hagan un subsidio de desempleo ad-hoc. Los GG de las petroleras no tienen nada que patalear, sus casas matrices se enteraron que el precio internacional del petróleo cayó y no esperan milagros. Un año malo en la industria petrolera lo tiene cualquiera. Y si ningún país del mundo subsidia la actividad, no va a esperar que un país en default lo haga. Entonces ¿Por qué lo hacen? Porque es un negocio de los políticos y los políticos están en los
pockets de las petroleras. Lo están en todo el mundo, pero acá ya hay antecedentes de subsidiar el precio; entonces impunemente insisten. ¿Por qué? Porque los políticos son proveedores de las petroleras, porque les cobran los derechos de paso (servidumbre), porque tienen decenas de negocios colgados del petróleo. Y si quieren seguir cobrando deben inventar la manera de seguir haciéndolo. El método es el barril criollo. Pero no debería sorprendernos. Alberto Fernández en su discurso de asunción dijo que sus prioridades son el petróleo, la minería, el litio y el trabajo precarizado (economía social). Ninguna sorpresa aquí. Sí debo destacar el enorme daño que le hace a la economía de todo el resto del país el desvío de recursos desde todos nosotros a las petroleras vía el barril criollo. El barril criollo hace que todos paguemos más cara la lata de arvejas.

(***) ¿Por qué Dietrich y Macri no está presos? Sólo por esta operación merecen estarlo. ¿Forma parte del acuerdo Macri-Alberto Fernández? El negocio del grupo c) no es tener un ruta por peaje, el negocio es ése, tener oportunidades para birlarnos a todos 500 MM U$S.

(****) Ejemplo: Romina Picolotti. Tradujo los fondos fiscales a dólares (subsidiados) y luego a propiedades en Miami.

(*****) A cambio de ayuda de EEUU luego del último terremoto obtuvieron la explotación de una mina de oro. Todo el mundo entregó sus donaciones a través de Naciones Unidas excepto EEUU. El gobierno de EEUU (Obama) decidió que se canalizara a través de la fundación que preside Hilaria Rodham Clinton. Ésta obtuvo la concesión de la mina de oro para una empresa creada a tal efecto que presidía…su hermano Tony 
Rodham (recientemente fallecido) y el dinero de las donaciones se usó para hacer un puerto y la carretera para equipamiento pesado del puerto a la mina. Ah, el funcionario haitiano Klaus Eberwein apareció baleado en su habitación de hotel la mañana en que debía presentarse ante las autoridades para denunciar desmanejos de la Fundación Clinton.

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