TRUMP EL POPULISTA



Autor: Pat Buchanan

Traducción: @gauchamalo140

Nota original: https://gauchomalo.com.ar/trump-el-populista/


Propuesto Donald Trump  para reclamar un segundo mandato, ha quedado a la vista la manera como su presidencia alteró la orientación de su partido. Bajo la guía de Trump, el GOP 1 dejó de ser un partido obsesionado por reducir el tamaño del gobierno, que medía su éxito por su capacidad de aproximarse a un presupuesto equilibrado. En estos meses, Trump le puso la firma a un gasto deficitario de tres trillones [estadounidenses] de dólares destinado a rescatar la economía de una depresión a la que el propio gobierno la había arrojado para controlar la propagación del virus corona. Y está dispuesto a gastar otro trillón.

Abriendo nuevas tierras y mares a la exploración, construyendo oleoductos, autorizando la práctica del fracking y eliminando regulaciones, Trump le dio a los Estados Unidos una independencia energética que otros presidentes apenas prometieron.

El GOP de Trump apandonó el compromiso ideológico con el libre comercio que se remontaba al gobierno de Kennedy, y volvió a abrazar el nacionalismo económico de los republicanos del siglo XIX que erigieron la mayor potencia industrial y manufacturera del mundo.

El globalismo quedó relegado a las cenizas de la historia luego de que nuestro presidente populista se deshiciera del Acuerdo Transpacífico2 , el pacto nuclear con Irán y los acuerdos de París sobre el clima, y comenzara a imponer aranceles a los países que saquearon la base manufacturera de los Estados Unidos.

Si bien la rusofobia de las élites de nuestro círculo rojo le impidieron avanzar hacia una detente con Vladimir Putin, Trump se las arregló para evitar una colisión militar. Trump también puso fin a décadas de oportunismo de los aliados de la OTAN, que financiaban su defensa con el presupuesto estadounidense, y convenció a muchos de que incrementaran sus contribuciones.

Hizo del partido Republicano el partido pro-Israel, reconociendo la anexión de las Alturas del Golán y el este de Jerusalén al trasladar allí la embajada de los Estados Unidos. Propició el reconocimiento de Israel por parte de los Emiratos Árabes Unidos a cambio de que Bibi Netanyahu postergara la anexión del 30% de la Cisjordania contemplada en el propio “Acuerdo del Siglo”3 de Trump.

Aunque Trumpo no logró extricar a su país de las guerras eternas del Oriente Medio -Afganistán, Irak, Siria- derrotó al ISIS y nos mantuvo lejos de la guerra civil en Libia.

A diferencia de sus predecesores, Trump puso sobre la mesa la cuestión de la inmigración, especialmente de la inmigración ilegal masiva a través de la frontera sur, y logró avanzar en la construcción del muro fronterizo que había prometido en su campaña de 2016.

El desacreditado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) fue sustituido por un nuevo acuerdo comercial, y el gobierno izquierdista de México ayuda a impedir que los migrantes atraviesen su país camino de los Estados Unidos.

Trump ha hecho tanto como Regan para desregular la economía estadounidense y reducir los impuestos a los trabajadores, los productores y los inversionistas. Antes de que la Covid 19 golpeara en marzo, los mercados de capitales marcaban récords históricos y el desempleo rozaba los niveles más bajos.

Propuso y ascendió a dos jueces de la Corte Suprema y a centenares de jueces federales.

El horizonte, sin embargo, no carece de peligros.

La belicosidad respecto de Beiyín no ha quedado sin respuesta, y China parece resuelta a un enfrentamiento para validad sus demandas en los mares del sur y el este de China y en el estrecho de Taiwan.

A Trump le preocupa lo que Beiyín le hace a los Estados Unidos –espionaje, robo de propiedad intelectual, transferencias forzadas de tecnología, superávits comerciales de 600 billones [estadounidenses] en perjuicio de nosotros-, no lo que hace Beiyín para restringir la democracia en Hong Kong.

Aunque su acercamiento al dictador coreano Kim Jong Un no logró persuadirlo de que rindiera su arsenal nuclear a cambio de reconocimiento, comercio y ayuda, hasta algunos enemigos de Trump aplaudieron su esfuerzo.

Si Trump pierde en noviembre, sin embargo, gran parte de lo que ha logrado se perderá.

Los Estados Unidos volverán a aceptar los acuerdos de París sobre el clima, y resucitará el acuerdo nuclear de John Kerry y Barack Obama con Irán.

Joe Biden dice que sólo los que ganen por encima de 400.000 dólares van a pagar mayores impuestos. Sin embargo, el plan económico de los Demócratas contempla mayores impuestos a los ingresos personales, a la renta financiera y a las ganancias corporativas, e impuestos incluso más altos a la herencia.

Trump cambió incluso el carácter y la composición del GOP, y lo convirtió en un partido más bien de clase media y trabajadora.

Donde George Bush padre buscaba edificar un “Nuevo Orden Mundial” bajo la hegemonía global norteamericana, y George Bush hijo predicaba una cruzada global por la democracia “para terminar con la tiranía en el mundo”, Trump tiene la mirada puesta en “Primero los Estados Unidos”. El transnacionalismo de los Bush es cosa del pasado. Incluso cuando se enfrenta al chino Xi Yinpín, la primera preocupación de Trump no es cómo trata Beiyín a su pueblo sin cómo nos trata a nosotros.

Ese frío realismo tiene historia en los Estados Unidos.

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