LA ECONOMÍA DEL DISPARATE
No nos queda otra que seguir esclareciendo sobre las consecuencias nefastas que este endeudamiento acarrea a nuestra Patria.
Autor: Marcos Kowalski (@kowalskimarcos)
Decimos “casi” porque la “casta política” y sus secuaces, viven otra realidad cada vez más lejos de las preocupaciones y tribulaciones del hombre sencillo, se hospedan en nuestra nación, la usufructúan, pero no la comparten. Transitan una realidad diferente, viven de la Nación, pero no para y por la Nación.
A contramano de promover el bienestar general, generan políticas que trastocan la cultura argentina de manera compulsiva, intentando destruir moralmente la argentinidad, destruyendo las familias, atacando al patriotismo, persiguiendo la religión y en definitiva la trascendencia del hombre argentino en un gran intento por oprimirlo y desnacionalizarlo.
En ese intento, destruir el hombre en sus libertades y someterlo desnacionalizado a un proyecto global, se utilizan como armas el miedo y la economía, el objetivo es producir una incertidumbre que lo aparte de pensar en otra cosa qué poder sobrevivir, que lo distraiga de caer en la cuenta de que está siendo manipulado.
En lo económico, como hace décadas, le ajustan el bolsillo de tal forma que resulta casi imposible para la mayoría cubrir sus necesidades básicas, impulsando una inflación de precios, que se dice combatir, pero en realidad se promueve y que es una verdadera estafa al consumidor porque reduce drásticamente el poder adquisitivo de sueldos y jubilaciones.
El miedo, es la nueva institución, creada a partir de una Endemia, que vino como anillo al dedo, tanto para justificar descalabros económicos, como para propiciar la pérdida de derechos de la población, como el de libre circulación y reunión, con el simple artilugio de los decretos de uno de los poderes del Estado.
Cual dos brazos de una pinza, hoy la economía y el miedo, tratan de reducir al hombre argentino, encorsetarlo y privarlo de las múltiples y variadas formas de vida que el hombre se da, y se puede dar a sí mismo para vivir libre y plenamente. pretenden apartarlo de la lucha por sus ideales que necesita para seguir existiendo en la historia.
En la vida cotidiana de la gran mayoría la angustia ya comienza a tornarse en bronca y la bronca en reacción. La ausencia de soluciones para los problemas reales de la población, y el disparate de ver a los políticos promover utopías que preocupa a minorías varias en lugar de procurar legislar en favor del bienestar general.
Ver debates para aplicar mayores impuestos, mientras, los legisladores, que no se rebajan el sueldo, atentan contra los intereses de la Nación toda, favorecen sin escrúpulos el endeudamiento de Argentina, distribuyen alegremente los recursos de la Nación, mientras piden más ajuste al bolsillo del ciudadano consternado y empobrecido.
El pueblo argentino asiste a “peleas” parlamentarias que se circunscriben a cómo aplicar la única receta lícita en economía, el ajuste del capitalismo liberal, y, sin nadie que toque en lo más mínimo los resortes de poder de la tiranía financiara global. Ningún político quiere poner en duda el poder de señoreaje de los banqueros, únicos ganadores además de la casta política de la Argentina de hoy.
Estos legisladores en su totalidad, quizás con alguna honrosa excepción, y, la mayoría de los economistas que son sus asesores y resultan promocionados por los medios de comunicación, solventados por intereses financieros, son los que propician el negocio del endeudamiento de la Nación hasta lo indecible para mantener incólume el sistema financiero y bancario que asfixia a la Argentina que produce y trabaja.
Debemos recordar que detrás de cada crisis económica y social está siempre el problema de la deuda externa. En toda renegociación de deuda, en caso de cesación de pagos como la Argentina, cuentan tres variables: primero, la quita que se pide como deudor para que te condonen y baje el monto; segundo, el plazo, tercero la tasa de interés.
Este el Gobierno declinó pedirles quita a los acreedores y acordó que Argentina empieza a pagar en enero de 2021. y tenemos que empezar a pagar en condiciones cuyos detalles aún no se conocen, pero tal como están las cosa lo más probable es que no se pague, salvo con un nuevo endeudamiento, en cuanto a la tasa de intereses; es la tasa de interés más alta del mundo.
Ningún país paga tanto. Es una tasa de interés creciente que empieza con menos del 1% pero que rápidamente va creciendo y se estabiliza en 5% de interés anual. Hoy en día, las tasas internacionales están entre el 0 y el 1%. El Tesoro de los Estados Unidos, como referencia, coloca bonos a 30 años que rinden el 0,25% anual.
Argentina, que está en cesación de pagos, no puede pagar ni el capital ni los intereses que se los están capitalizando, está aceptando con este acuerdo tasas del 5%, o sea 5 veces mayores que el mercado internacional. Y estamos hablando de fondos buitre que compraron la deuda argentina a un 30% y ahora piden el 100%. Es decir que reconocerles el valor nominal de los títulos ya implica una ganancia de más de tres veces lo que invirtieron.
Por supuesto que casi todo el espectro político salió a respaldar semejante acuerdo además de la mayoría de los “economistas” liberales que respaldan el allanamiento total a las pretensiones de los usureros. Para muchos de nosotros, el acuerdo es una verdadera traición a los intereses nacionales y una nueva claudicación ante el poder financiero internacional. Al consenso de los grandes partidos debemos agregar las múltiples y variadas ONG patrocinadas por los grandes lobbies e instituciones de la sociedad civil en el mundo.
El problema es que esa “solución” a la deuda es un problema que no viene solo, importa una imposición para obtener más deuda a los efectos de pagar la deuda, que es el programa patrocinado e impuesto por el nuevo orden mundial, a través de las ONG cuyos miembros son socios expectables de los fondos buitre con los que se negocia y negociara el reendeudamiento se trata de imponer políticas mundialistas contrarias al sentir nacional a cambio de deuda.
Frente a tal descalabro de fines opuestos y contrarios al estilo de vida, bolsillo y la misma vida de los argentinos, se propone un endeudamiento perpetuo que arruina toda posibilidad de dimensionamiento argentino, no nos queda otra que seguir esclareciendo sobre las consecuencias nefastas que este endeudamiento acarrea a nuestra Patria.
Debemos entonces ofrecer una resistencia practica con una disidencia que pasa necesariamente por el ejercicio cotidiano de una acción contraria al miedo que nos quieren infundir mediante una pandemia que, real o no, es menos letal, que las libertades y derechos que se nos cercena con su escusa. Sobrevivir en lo económico buscando caminos que satisfagan nuestra necesidad básica por fuera de la presión tributaria.
Hacer de la disidencia la virtud que se haga un hábito creado por la repetición de actos de resistencia al sistema corruptor y totalitario que anula al hombre por la masificación, y lo reduce a la bestialidad. El hombre argentino, siempre sintió su Patria, en sus múltiples y variadas formas y encarnaduras siempre fue persona, nunca masa amorfa manipulable, como dijo nuestro prócer San Martin “Los argentinos no somos empanadas que puedan comer con solo abrir la boca”.
Marcos Kowalski
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Nota de la Editora:
La película "Juguemos en el Mundo", con Doña Disparate y Bambuco, de María Elena Wash, 1971.
Todo una premonición del disparate que nos sumergiría en sangre y pobreza poco tiempo después.
Hasta hoy.
Tal vez ser talentosa y honesta y sensata como la Sra. Walsh es más un castigo que un privilegio. Pobre Cassandra.