CLARITA ARGENTINA
Autor: Juan Martín Perkins
No te vas a creer que es fácil escribir una columna todas las semanas.
No puedo tomar temas de la política local porque nunca encuentro algo de interés general edificante. Algo que pueda ser compartido por todos sin enojar a media ciudad.
Es difícil decir la verdad, mucha gente no quiere oírla y a mi, francamente, me cansa poner la pluma, la cara y el cuerpo…¿para que?
Si a nadie le interesa el puterío y además hace mal a la salud.
Por ejemplo, no lo voy a hacer, pero podría haber escrito sobre los soplamocos y puñetes que anduvo ofreciendo el intendente a la gente de la oposición en la Shell de la rotonda del acceso Avellaneda.
O escribir sobre el juicio que nuestro alcalde le promete al presidente y a la gobernadora por la discriminación que, según él, hacen con Pehuajó por no enviar la impúdica danza de millones que corresponden. (los políticos hablan de nuestros miles y miles de millones de impuestos como si nada).
Podría haber investigado para escribir sobre esto del juicio y desarrollarlo en detalle, pero no quise complicarme. Solo diré que celebro que el intendente haga el juicio y demande, así, por fin se rendirán las cuentas como corresponde y nos enteramos de la verdad de la milanesa que tapan tanto grito y amenazas. El juicio obrará el milagro de una buena auditoría y sabremos lo que hay detrás de la sarasa declamada que zumba en nuestros oídos.
Insisto, no es fácil escribir algo edificante cuando la situación tiene densidad de campaña electoral.
Siempre te escribo con mi mayor respeto y consideración, tratando de darte alguna idea positiva para ayudarnos a tener esperanza.
Hoy te quiero contar sobre Clarita, una bebita recién nacida que es tuya y mía, de todos nosotros, de la Argentina que nos sostiene a todos sin que reparemos en ella.
Clarita es hija de Elene y Marco.
Hace unos meses, aún en el vientre de su mamá, le diagnosticaron una cardiopatía severísima. Ausencia del ventrículo izquierdo. Es algo gravísimo que requiere de cirugías paliativas de altísima complejidad.
Estos papás son de Azul, provincia de Buenos Aires. Los conozco y sigo muy de cerca el caso porque hace 23 años estuvimos con mi mujer en la misma situación, con una de nuestras hijas.
Elene y Marco nunca pensaron en abortar. Vivieron la vigilia de meses interminables esperando la cesárea programada para que, su amada hija, tuviera la oportunidad de vivir que todo ser humano merece.
Clarita nació finalmente. Hace casi un mes que está peleando por su vida con una garra conmovedora.
Los que atravesamos ese trance, sabemos de esa “otra Argentina” que también existe y aparece cuando mas la necesitas.
Clarita nació y fue recibida por el amor y el profesionalismo del mejor país del mundo en humanidad, contención y medicina. Digo esto con absoluto conocimiento de causa.
Clarita está aún muy delicada, con cuidados intensivos en terapia, con el tórax aún abierto. ¿Entendiste bien? Si te paras a su lado le ves el interior del pecho y su diminuto corazón latiendo. Así de impresionante. Así de conmovedor.
Un cirujano argentino, con un equipo argentino, en un hospital argentino, con la ayuda de Dios están luchando por la vida de Clarita. Este fin de semana intentarán cerrarle el tórax y comenzarán a alimentarla y bajarle las drogas.
Lo que le espera a Clarita y a su familia será difícil, doloroso, pero ella les enseñará a todos, en su entorno, a vivir el día a día, el minuto a minuto.
Clarita y su familia están en las manos de Dios, como todos nosotros, solo que nuestra soberbia no nos permite entenderlo hasta que no nos ocurre algo así en carne propia.
Te participo de la historia de este angelito argentino para que entiendas y entendamos juntos, cuan distraídos estamos en cosas que no valen la pena sin valorar lo verdadero, cierto e importante.
Vivimos bombardeados, hostigados por una mala onda que nos baja la autoestima y nos convence de que no podemos salir adelante porque hacemos todo mal.
Clarita, llena de tubitos, aparatos y drogas, pero prendida con su manito al dedo de Elene que la alimenta con un gotero, es un cuadro de pulsión de vida. Representa la Argentina que funciona todos los días contra la adversidad extrema que le provocan la mitad de los argentinos, sus propios hijos que la boicotean y la roban.
Clarita, Elene, Marco, Cristina, Leonello… ellos luchan, no abortan, no renuncian, no paran, no se rinden… como la otra Argentina, esa que no se ve, que no sale en las noticias, pero está. Siempre está.
Yo la conozco y se que nunca defrauda.
¡Vamos, Clarita! ¡¡¡Vamos, Argentina!!!
Juan Martín Perkins
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