ARGENTINA EN TIEMPOS DECISIVOS: INTERVENIDA Y SIN RUMBO

Argentina se africaniza a paso acelerado en todos sus índices. 

La Patria deambulando ante lo inexplicable. A la consabida consagración de la pandemia (¿PLANDEMIA?) mundial que jaquea el orbe, la respuesta de las autoridades criollas, ha sido, ni más ni menos, que sumir a la Nación en los límites de la implosión y disgregación. ¿Suena exagerado? Demos cuenta de ello.


El Gobierno Nacional, ante el COVID y (des)manejo de la economía

Presión y ahogo fiscal récord -de tenor soviético- que torna casi imposible cualquier tipo de rentabilidad.

Un sistema de cuarentena total, casi ilimitada y absurda, se impusó desde fines de marzo hasta el presente, con las readecuaciones del caso, pero con un sello distintivo: destrucción del complejo socio – económico nacional.  A una situación de permanente estancamiento o depresión, que data desde 2009 / 2010, sumamos esta épica hecatombe económica que registrará una caída del PBI cercana al 15%, prácticamente triplicando los valores de países como Brasil o Chile en este 2020. 

Salarios en dólares promedio entre los más bajos de LATAM, pobreza explosiva , licuación y/o empobrecimiento de las clases medias.

El diagnóstico macro, resulta aterrador por dónde se lo mire. PBI per cápita a niveles de mediados del ’70, deuda pública recién reestructurada ya cotizando a valores de default, salarios en dólares promedio entre los más bajos de LATAM, pobreza explosiva del 50%, licuación y/o empobrecimiento de las clases medias, ruina de empleo privado, inversión en los niveles históricos más bajos, inflación galopante todavía artificialmente contenida, presión y ahogo fiscal récord -de tenor soviético- que torna casi imposible cualquier tipo de rentabilidad, tipo de cambio no competitivo para el sector exportador, brecha cambiaria que atenta contra la liquidación de divisas, BCRA con reservas líquidas negativas, salida constante de depósitos en dólares, corrida cambiaria al acecho permanente. Argentina se africaniza a paso acelerado en todos sus índices. 



La casta política nos mantiene intervenidos

La Argentina histórica normal, funcionaba y con un gasto público sobre PBI en niveles de 20 / 25 %.

Fundamentalmente, desde 1983 a la fecha, la socialdemocracia imperante en todas sus versiones (PJ, UCR, ALIANZA, K-PJ, KAMBIEMOS, etc.) somete a la Nación a una verdadera expoliación. La Argentina histórica normal, funcionaba y con un gasto público sobre PBI en niveles de 20 / 25 %. La casta política, casi ha duplicado el costo de ese Estado, a valores de 40 / 45 % del PBI, creando un Estado “presente” gigantesco, ineficiente, que no sólo no presta servicios elementales, sino que se transforma en un ancla para los sectores productivos, y que resulta sólo útil a los funcionarios y al “club de amigos”. Esta socialdemocracia globalista, progresista, multiculturalista, enemiga de la identidad y desarrollo nacionales, está claramente enraizada en las distintas versiones del establishment político. La Argentina no tiene fuerza política oficialista y fuerza de oposición: sólo P.U.S. (Partido Único Socialista).


El porvenir geopolítico




Nuestra plataforma continental y sus riquezas ictícolas, son depredadas sin control.

A todas las gravísimas debilidades apuntadas, debemos sumar nuestro total desamparo geopolítico. Las FF. AA. sobreviven en estado cercano a la inexistencia desde hace décadas. Nuestra plataforma continental y sus riquezas ictícolas, son depredadas sin control. El espacio aéreo prácticamente carece de radarización. Las FF. SS. y Fuerzas Policiales Federales, por formación y falta de recursos, están incapacitadas para cumplir su misión. De las Policías Provinciales, ni hablar: en su mayoría, son apenas agencias de empleo estatal. El negocio del narcotráfico impera como nunca, corroe la sociedad y socava cualquier principio de autoridad estatal. El famoso “Estado Fallido”, ya es una realidad que empieza a vislumbrarse. 


Una sociedad de borregos

Resulta imprescindible entender que esta casta política socialdemócrata, en cualquiera de sus vertientes, es artífice principal y beneficiaria de nuestra interminable decadencia.



Mansamente, la sociedad argentina, parece resignada a perecer en la más absoluta insignificancia. Probablemente, la premeditada catástrofe del sistema educativo y de los valores permanentes, iniciada a mediados de los ’80 y “perfeccionada” día a día desde entonces, ha erosionado cualquier capacidad de reacción.


Se ha aceptado, dócilmente, un acuartelamiento – cuarentena sempiterna, que era sabido, haría colapsar la economía nacional en todos sus niveles. La casta política al unísono, siempre con el eficaz auxilio de los Medios Masivos de Desinformación, fomentó la alineación absoluta en el cercenamiento de las libertades básicas, deviniendo todo en un contexto federal de anomia, donde las jurisdicciones provinciales y municipales, disponen de los derechos de los ciudadanos a su antojo. 

Por supuesto, resulta difícil prever algún escenario de desenlace a esta crisis terminal. ¿Estallidos, disgregación, crisis de gobernabilidad, anomia endémica? No lo sabemos. Lo que sí percibimos, es que resulta imprescindible entender que esta casta política socialdemócrata, en cualquiera de sus vertientes, es artífice principal y beneficiaria de nuestra interminable decadencia. Estamos ante la encrucijada de propiciar una auténtica contra-revolución nacional que devuelva nuestra pasada grandeza e identidad, o languidecer en la más cruel intrascendencia. 

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 Agradecemos la difusión de la nota del Lic. Gonzalo Irastorza:   

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(*) GONZALO IRASTORZA – gonzaloirastorza@yahoo.com.ar - @eamondevalera - El autor es Lic. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales (UCA). Prof. en Historia para Nivel Secundario (MIN EDUC – INFOD). Ex Oficial de Infantería, Ejército Argentino. Investigador de asuntos globales y económico – financieros. Prof. en Secundario y Terciario. Empleado agropecuario.

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