BEETHOVEN


Autor:  Lohengrin (@Lohengrin82)

Este año se cumplen el 250º aniversario del natalicio de una de las personas a la que podríamos considerar una de las cumbres de nuestra cultura, a la que llamamos occidental. Nacido el 16 de diciembre de 1770 en Bonn, y habiendo vivido casi toda su vida en Viena, sin lugar a dudas se ubica en el Elíseo junto a otros grandes compositores, entre los que podríamos mencionar a Bach, Mozart, Händel, Brahms, Tchaikovsky. Pero, ¿por qué nos resulta más cercano, más entrañable, Beethoven? 

Proveniente de una familia de músicos, comenzó sus estudios a temprana edad, demostrando gran habilidad para ellos. Posteriormente se mudó a Viena, centro de la vida musical de ese entonces, donde pudo conocer a compositores consagrados como Mozart o Haydn. A partir de ese momento se dedica a la composición, siendo el primer compositor “freelancer” de la historia de Occidente (todos los anteriores trabajaban bajo las órdenes o de la Iglesia o de algún noble).

Generalmente, los musicólogos dividen su obra en tres etapas: una primera (1792-1802) en la que todavía es muy notoria la influencia del clasicismo vienés de Mozart y Haydn. Sus primeras dos sinfonías, los tres primeros conciertos para piano, 18 sonatas para piano, entre otras obras, corresponden a este período.

Con la terrible noticia de que estaba desarrollando una sordera paulatina comienza su segundo período, llamado “Heroico”. Se caracteriza por obras de gran escala, que expresan lucha y heroísmo, todo ello manteniendo las formas y el lenguaje del clasicismo. Desde la Sinfonía 3º (le Heroica, que da nombre a este período) hasta la 8º, sus dos últimos conciertos para piano, varias de sus sonatas para piano más importantes (la Waldstein, la Appasionata) y su única ópera, Fidelio, entre otras obras, marcan este período.

Por último, desde 1810 hasta su muerte, está su tercer período, con obras monumentales como la Misa Solemne o su Novena Sinfonía, las últimas cinco sonatas para piano, cuartetos de cuerda (entre los cuales está la Gran Fuga). Vemos aquí como se va apartando de las formas del clasicismo y cómo experimenta de una forma muy audaz. Gran profundidad intelectual y una intensa expresión emocional marcan esta época, la última antes de su muerte.

CERCANÍA

Probablemente, la aparente mayor cercanía que tiene la música de Beethoven hacia nosotros es su proximidad con el individuo occidental. La música de Bach forma una arquitectura solemne, ordenada, majestuosa, de gran dignidad, al estilo de una catedral gótica. No se refiere al Hombre, se refiere a Dios. La de Mozart, en cambio, muestra una alegría casi infantil, un genio ligero, una espontaneidad, un encanto y un refinamiento que maravilla, pero no profundiza. Pero Beethoven muestra al individuo occidental tal como es (o como fue): decidido a vencer al destino, con voluntad. Quejándose de las condiciones que le toca vivir, mas no resignándose a ellas. No representa a un esclavo, sino a un hombre libre (o que intenta serlo), tal como lo fue el hombre de Occidente desde la Antigua Grecia.

A diferencia de otros pueblos, muchas veces sometidos a rígidas castas o a autocracias esclavistas, el occidental siempre ha sido consciente de su individualidad y desconfiado de sus gobiernos y señores. Esto lo ha llevado a desarrollar una cultura orgullosa de sí misma, con picos inigualables y una movilidad social inimaginable en otras latitudes ¿Podemos decir lo mismo ahora? Parecería que los últimos acontecimientos demuestran lo contrario. Tenemos una elite progresista-universitaria decidida a convertirnos en una miríada de grupos sociales, divididos y en conflicto, con derechos distintos. Gobiernos manejados por una tecnocracia científica, que usan argumentos que otorgan presuntos científicos para tomar medidas que hace 100 años hubiesen sido intolerables. Un pueblo cada vez más banal, más idiotizado, que vive mucho peor que sus padres y al que se le otorgan solo unas migajas del Estado con el objeto de mantener un nivel de vida mínimo y así evitar las revueltas. Y el control cada vez más fuerte y descarado por parte de esas elites (la censura al Presidente Trump por parte de medios y redes sociales es una clara muestra).

ODE AN DIE FREIHEIT

Todos recordamos el famoso poema de Schiller que es el corazón del último movimiento de la 9º Sinfonía, el famoso himno a la Alegría (Ode an die Freude en alemán). Lo que muchos no sabes es que la poesía iba a ser originalmente el “Himno a la Libertad” (palabra de sonido similar en alemán), y muchos señalan que con esa intención la usó Beethoven, una persona que comulgaba con algunos ideales de la Revolución Francesa.

No solo hago una invitación a recordar a este extraordinario músico al cumplirse este aniversario, a escuchar su obra, sino también a recuperar las raíces de nuestra civilización a la que tan bien representa. Solo asentándonos sobre ellas vamos a poder torcer este presente bastante oscuro que se nos presenta.

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