EEUU ELECCIONES 2020

 

Duele más la falta de respeto, la soberbia de los universitarios y los burócratas que pasarla mal.

Por Hyspasia (@Hyspasia)

Son las 23:19 hs. del martes 3 de noviembre de 2020, hora argentina. Todavía no están los resultados de las elecciones en EEUU.

A nosotros, los argentinos, ¿por qué debería importarnos? Después de todo, sea quien sea el presidente de EEUU, cualquiera sea el partido en el gobierno, la posición frente a nuestro país es la misma: aliado incondicional de Gran Bretaña, reticencia para dejar entrar productos argentinos, privilegiar la relación con Brasil como interlocutor sudamericano, etc., etc., etc.

Entonces, ¿qué más nos da?

En algún punto, es lo mismo. Esté quien esté, nosotros estamos fregados. Y en los temas importantes de política internacional, ninguno de los dos partidos mayoritarios nos favorece.

Ahora bien, hay otros temas, ajenos a la buenaventura de Argentina pero no ajenos al destino de Occidente que sí cambiarían si gana un demócrata o este republicano. Digo "este republicano" porque una gran parte de su partido piensa más como demócrata que como Trump. Ver "NEVER TRUMP" del 2016.

Y Argentina está en Occidente.


Religión

Occidente va a pasos acelerados hacia el ateísmo sino paganismo onda Pachamama. Es estimulado desde los gobiernos, en particular los Europeos y desde el SXXI también por el partido demócrata de EEUU. Acá en Argentino lo vivimos dentro del combo CELS/DDHH como religión de estado/Pachamama/ESI y el psicoanálisis como reemplazo de la religión. Esto por parte de los burócratas, que en el caso de Europa no tienen problema en aliarse con los musulmanes residentes.

En Argentina es un proceso en ciernes, más arraigado en las grandes ciudades como Buenos Aires y Rosario, pero que sigue su marcha a paso firme. Viene impulsado desde distintos grupos de izquierda, como el CELS, pero tuvo un inesperado impulso con la asunción de un presidente budista (?) en el 2016. "Cosas veredes, Sancho".

Trump encarna la defensa de un Occidente atado a la cultura judeocristiana y despegado del laicismo/ateismo socialdemócrata/socialista.

La defensa de Dios como fuente de razón y justicia es sentarse en la retranca y defender Occidente. No el Occidente de los Austrias. No el Occidente de los Borbones. El Occidente de Juan Bautista Alberdi. Estamos tan lejos de todo, tan perdidos, que J. B. Alberdi parece ultramontano.


Aborto

Argentina ha sido pionera y líder internacional en la defensa del niño por nacer. Se peleó mano a mano y de igual a igual con Henry Kissinger en Bucarest en 1974, liderado por el gobierno del Presidente Perón, recientemente fallecido. Argentina tuvo la inteligencia de sumar la voluntad de todo el mundo musulmán, parte de América Hispana y Brasil, y finalmente Gran Bretaña, Francia, Italia, España, China. Le ganó a Kissinger por goleada. Fue una derrota fenomenal.

Argentina mantuvo esa posición en las dos Conferencias de Población subsiguientes en 1984, donde Alfonsín, inesperadamente, mantuvo la posición argentina, y en 1994, donde la dupla Menem-Di Tella, mantuvieron nuestra histórica posición, si bien sin la postura de liderazgo de cuando Perón vivía.

Hoy Occidente abrazó la Política Kissinger. Matan un millón de norteamericanos por año, trescientos mil británicos, doscientos cincuenta mil franceses anualmente, como si no pasara nada. Luego lloran cuando un musulmán mata tres adultos en Viena. 

Trump tomó esa bandera, la bandera de Occidente, la bandera de que los cristianos tenemos que nacer. No es poco. Sólo por eso, merece ganar.

Lo interesante de esto es que trajo el tema a escena. Hasta ahora el tema aborto en EEUU estaba saldado. Como dicen los abogados: "sentencia firme y consentida". Nadie lo discutía y el estado le daba miles de millones de pesos por año a empresas privadas que realizaban los abortos. Todo eso entró en discusión. ¿Está bien? ¿Está mal? Está muy bien que se discuta a nivel de la población.

La postura de Trump pone en evidencia al Papa, que no hizo campaña contra el aborto en el referendo en Irlanda y en general, todos los curas miran para otro lado. Sin dejar de lado que el Papa hizo campaña a favor de Clinton en 2016. Por suerte esta vez no opinó.

Suena curioso y por qué no chocante, que sea un presidente de EEUU (Trump) el que tome la bandera de Perón en defensa del niño por nacer a nivel internacional. No es tanto un mérito de él sino por la genuflexión de nuestros gobernantes.


Cuba, Venezuela y las FARC

El partido demócrata tuvo una posición favorable al final del mandato de Obama, para con Fidel Castro, el régimen de facto de Venezuela y las FARC, a las que "blanqueó". Supongo que el principal interés norteamericano fue poder aceptar los dineros de la FARC en el sistema bancario de EEUU, para lo cual necesitaba blanquear a las organizaciones guerrilleras. Por eso el Premio Nobel para el presidente de Colombia. Por eso los viajes de Obama a Cuba.

Trump no continuó con la política pro-Cuba, si bien no se deshizo la legitimación de las FARC, tan bienvenida por los europeos.

No es poco.


Irán

Al final del gobierno de Obama se decidió firmar la paz con el régimen de Irán. Eso fue una reacción en cadena. Detonó Petrobrás, lo que demostraría mi teoría de que la compañía petrolera brasileña vendía petróleo iraní, al igual que Repsol, la empresa española. 

Tanto Petrobrás como Repsol hicieron mucho daño a la Argentina, así que todo lo que haga que termine con sus burdos negocios, está bien para nosotros. Aunque sea daño/beneficio colateral.

Obama y la Señora Clinton fueron responsables de la Primavera Árabe y el desastre de ISIS en Siria.

Terminar con ese desastre creado por el gobierno de EEUU es todo lo que está bien. No influye de una manera u otra en Argentina, pero que el sufrimiento de los sirios pare, no está mal.


Europa y su socialdemocracia

Se burló de los pomposos burócratas europeos desde el primer momento. Les dijo en la cara que habían gastado una fortuna en el edificio sede de la OTAN y que él, como constructor, lo hubiera hecho por el tercio del costo. Que los países europeos debían poner dinero en la OTAN. Se les rio en la cara y peor aún, apoyó la parte operativa del Brexit.

Poner un límite a tanta soberbia es bienvenido. Siempre.


China

Estados Unidos no sabe bien qué hacer con China. La hizo crecer como forma de aislar a Moscú y los soviéticos y ahora que tomó vuelo propio, no tienen en claro que estrategia oponer. Intentan algo, intentan lo opuesto. Todo prueba y error. Lo inteligente de la administración Trump es que admitieron que tienen un problema (como tenemos todo el resto del mundo).


Latinoamérica

Para nosotros, da igual. Ningún gobierno norteamericano nos favorece. EEUU siempre tuvo una posición ambivalente, desde el inicio. Entre otras cosas porque su independencia fue financiada por España en mayor medida y por Francia como accionista minoritario. Fue una apuesta de los Borbones que terminó con Luis XVI decapitado y con el reino de España dinamitado. Sea como fuera, EEUU mantuvo cierta lealtad con España durante el SXIX. Aún así, leales sí, pero comerciantes también, EEUU nos vendió los buques que usó el Almirante Brown en el sitio de Montevideo, el bautismo de nuestra Armada y el gran golpe que permitió la independencia (nada hubieran podido hacer San Martín en Cuyo y Güemes en el Norte si el Río de la Plata caía en manos realistas). No sólo eso sino que Brown requisó 5000 rifles y municiones en Montevideo, armamento que se envió a Mendoza. Pas mal. Dato curioso, el que gestionó la compra fue Thompson, el esposo de Mariquita Sánchez de Thompson.

EEUU y Argentina nunca tuvieron buenas relaciones. Básicamente porque Argentina siempre quiso ser la líder de América, incluso al punto de pretender disputarle el lugar a EEUU. Naturalmente esta política dicha a voz en cuello por los primeros magistrados (Roca, Quintana) despertó suspicacias en Washington a fines del SXIX y principios SXX. Eso poco después cambió. Cuando Rockefeller era diplomático formó parte de una corriente que creía que ambos países debíamos ser socios - además de querer explotar el petróleo argentino -. Lamentablemente toda la corriente de opinión de Rockefeller perdió cuando Truman ganó en la postguerra. Ganó otra corriente de relaciones exteriores que veía a América Latina en una posición subordinada y EEUU ganando posiciones de poder en todo el mundo. Curiosamente, uno de los integrantes de esa posición fue Braden, embajador de EEUU en Buenos Aires en 1946. 

Que esa fracción del deep state ganara la pulseada en la década de '50 significó endurecer la posición contra la URSS y una seguidilla de golpes de estado decididos en Washington e instrumentados por una incipiente CIA. Irán, Grecia, Portugal, y una serie de países latinoamericanos sufrieron esas decisiones. Muy interesante, para el que le guste, el documental de Oliver Stone "La Historia No Contada de los Estados Unidos", que acá fue emitido por Canal Encuentro. Recomiendo. En particular los capítulos de Irán, Grecia y Guatemala. Recomiendo también el documental sobre la vida de William Colby, Nº 1 de la CIA, filmado por su hijo: " The Man Nobody Knew: In Search of My Father, CIA Spymaster William Colby".


Esa postura internacional pervive aún hoy. Corolario: no importa quién gane porque en política internacional respecto a nosotros hay una única postura.


Para los norteamericanos

Es un mundo de diferencia. Es el nuevo orden, no hay lugar para granjeros, obreros de fábricas, gente que vive en los pequeños pueblos del interior. No sólo no ganan dinero, sino que su voz no es escuchada. Como bien dice una ama de casa en la película "BREXIT": "No nos escuchan". A veces duele aún más que pasar hambre y tener que vivir en una cucha porque el sueldo no alcanza para el alquiler y en el pueblo de los padres no hay trabajo. Encima de tener una vida de miércoles, los que mandan nos dicen en la cara que somos brutos, ignorantes, que no entendemos nada y que nos callemos. Que no enseñen sobre los próceres en las escuelas pero sí ESI y que si uno quiere ir a la iglesia es un "antiguo" que ahora lo nuevo es otra cosa. Duele más la falta de respeto, la soberbia de los universitarios y los burócratas que pasarla mal. Pasarla mal es lo habitual, no tener voz es lo nuevo.




Los norteamericanos están eligiendo entre dos estilos de vida: votan sobre las escuelas, sobre la policía, sobre la justicia, sobre el rol de la prensa en una sociedad libre, sobre dónde deben estar las fábricas, del derecho a ser responsable de la defensa personal (portar armas), a portar armas, sobre los veteranos de guerra. Apenas nada. Y lo discutieron en los mitines políticos. Hablaron de eso y no de palabras grandilocuentes. Hablaron de cosas concretas para que el pueblo vote sobre cosas concretas. 

Ojalá algún día nosotros tengamos esa discusión en público con palabras sencillas.

Hoy votan dos caminos posibles para Occidente.

Apenas nada.

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Agradecemos la difusión del presente artículo:   

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