TRAUMATÓLOGOS

Argentina se levanta, pero no así. 



Viendo una interesante entrevista al analista y consultor Jorge Giacobbe, en Bichos de Campo, advierto la imagen que los comunicadores tienen del sector agropecuario.

Interesante la visión de Giacobbe y recurrente la preocupación del periodista que lo entrevistaba por dejar en claro que en Bichos de Campo saben que estamos en problemas.

¡Chocolate por la noticia!, es la conclusión a la que arriban siempre: “El campo tiene mala imagen en la sociedad, especialmente entre los jóvenes”. 

Según los comunicadores, esto ocurre porque el campo no da la batalla cultural, no sabe comunicar y sólo se dedica a trabajar y producir (como si fuera poca cosa).

Los analistas y comunicadores creen tener la receta de la solución. Siempre es más fácil  decir que hacer, y además, hay que conseguir pauta y vender el servicio, ¿no?.

Desde el campo, en la mayoría de los casos, no se presta mucha atención a lo que ocurre de tranqueras afuera. Es que no queda mucha gente con tiempo para ocuparse de ese menester. ¿Es necesario hacerlo? Seguramente sí. Sobre todo, cuando la política se dedica a difamar al sector para poder saquearlo con “autoridad moral”.

El mismo aparato comunicacional que se ofrece para la solución, es parte y causa del problema ya que colabora en la demonización.

Nos educan y educan a nuestros hijos en la demonización del campo y su sistema productivo.

Necesitan instalar que somos la fuente de todos los males… que depredamos los recursos naturales y contaminamos el medio ambiente, que fumigamos escuelas intoxicando a los niños, que maltratamos a los animales… y lo logran, somos de lo peor.

Pero, deberían preguntarse los periodistas, comunicadores y analistas de la realidad, ya  que están tan preocupados por la imagen del campo, ¿qué piensa la sociedad sobre el resto de los sectores económicos y sociales de la Argentina?

¿A Matías Longoni y Bichos de Campo le preocupa lo que pensamos sobre los periodistas?

¿Los empresarios en general tienen buena imagen? ¿Los sindicalistas? ¿Los curas, la policía?

Podrían, ya que están, preguntarse qué opina la sociedad de los políticos, sobre todo de los que fomentan la división y estigmatización para construir su poder.

Si los periodistas y comunicadores se hicieran esta pregunta sobre todos los sectores sociales se darían cuenta que los únicos que apenas se salvan son los bomberos. Y tendrían que reconocer que han contribuido a que esto pase, porque han sido soporte y transmisores de este mensaje político de desencuentro, división y odio.

Nos han bajado la autoestima al punto de no creer en nosotros mismos ni en nadie ni nada.

Las mentiras y operaciones de manipulación han hecho de nosotros una sociedad paranoica a la defensiva unos de otros y de una dirigencia tóxica.

Claro que los periodistas no tienen la culpa de lo que ocurre, pero sí de cómo lo cuentan y de lo que no cuentan.

Los malos de esta semana en nuestra ciudad, además de los agropecuarios, fueron los traumatólogos.

Sin piedad los ajusticiaron y pasearon sus cabezas por la plaza en la pica de las lanzas del poder. Como siempre, a fuerza de muchas mentiras y pocas verdades.

¿Éste va a seguir siendo el método? 

No sigan gastando energías, tantos años de fracaso deberían servir para aprender que el relato de mentira, enojo y prepotencia solo produce desencuentro, atraso y más pobreza.

Argentina se levanta, pero no así. 

Todos sabemos cómo, sólo hace falta que pongamos manos a la obra.

Salgamos del “trauma” y empecemos de una vez.


Juan Martín Perkins.


* * *

Agradecemos la difusión del presente artículo: 

* * *

Entradas populares

ENDURO

Traducir