El Exilio de los Globalistas

Breitbart
Autor: Matthew Boyle
El sombrío evento de la ‘Fiesta de Davos’ este año, tras Brexit y el triunfo de Donald Trump   
MATTHEW BOYLE
15 de Enero de 2017, Washington DC  
Extracto en Castellano

EL EXILIO DE LOS GLOBALISTAS


Los globalistas de política internacional y de finanzas internacionales celebran un evento sombrío en Davos...producto de la influencia que ha tenido en el escenario internacional los resultados de Gran Bretaña abandonando la Unión Europea y de las elecciones en EEUU que ungieron a Donald Trump a la presidencia.
"La economía global está en mejor forma que lo que ha estado en años. Los mercados bursátiles crecen aceleradamente, los precios del petróleo crecen nuevamente y los riesgos de una recesión o freno del crecimiento en China, la mayor preocupación un año atrás, han bajado"...escribe Noah Barkin, de Reuters...".
Y aún así, cuando los líderes políticos, los CEOs y los banqueros más importantes hacen su trayecto anual...al Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, el tono es cualquier cosa menos celebratorio...merodea una extrema ansiedad sobre el clima político crecientemente tóxico y el profundo sentido de incertidumbre que rodea a la presidencia de Donald Trump..."....Los globalistas de Davos todavía parecen no entender totalmente lo que está sucediendo, según surge de la página oficial del FEM: "Populismo es veneno”, por Robert Muggah.
Los populistas no van a parar su seguidilla de triunfos en ningún momento cercano. La globalización declina en todos los lugares del mundo, desde Guatemala… Italia,... EEUU… GB…
Las elecciones francesas y alemanas en el 2017 amenazan con elegir a la ultrapopulista Marine Le Pen y la posible derrota de la ultraglobalista Ángela Merkel...No está claro si Merkel perderá o si Le Pen ganará en Francia. Pero el sólo hecho de estar ahora en este punto es en sí para remarcar...
El año pasado en Davos, las élites estaban seguras que los pueblos del mundo jamás votarían cosas como Brexit o Trump o el referendo italiano. En otras palabras, todo estaba en orden."...fue una cachetada a los principios que las élites de Davos más atesora: la globalización, el libre comercio y el multilateralismo". Escribió Barkin para Reuters.Este año, sin embargo, todo es más pesimista en Davos.
Estas élites mundiales se dieron cuenta, gracias a los votantes de todo el mundo, de que no son más el centro del universo. Las élites financieras están perdiendo el control de los mercados mundiales mientras las élites políticas están perdiendo el control de los gobiernos internacionales y las élites culturales están comprobando que su poder de estrellas se opaca...Algunos de Davos están empezando a preguntarse si no son ellos "parte del problema"..."
Los repetidos fracasos de las élites de negocios y políticas para predecir lo que está por venir ... no le parecen tan divertidos a aquellos que retornan este mes a los Alpes Suizos", escriben Campbell y Kennedy. "Después de un año en el cual los contratiempos políticos conmovieron los mercados financieros y arruinaron las carreras de políticos que eran niños bonitos de Davos, la preocupación no es que sus pronósticos son frecuentemente erróneos, sino que su visión del mundo lo es".
Los populistas no deberían pensar que la guerra terminó: Los globalistas siempre tratarán de pelearla. ... Pero si el pasado es un prólogo, es improbable que las élites políticas recuperen el poder y la autoridad que los pueblos que ya les quitaron de sus manos.
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Traducción completa en castellano
Los globalistas de política internacional y de finanzas internacionales celebran un evento sombrío en Davos, según los reportes de prensa, producto de la influencia que ha tenido en el escenario internacional los resultados de Gran Bretaña abandonando la Unión Europea y los resultados de las elecciones en EEUU que ungieron a Donald Trump a la presidencia."
La economía global está en mejor forma que lo que ha estado en años. Los mercados bursátiles crecen aceleradamente, los precios del petróleo crecen nuevamente y los riesgos de una recesión o freno del crecimiento en China, la mayor preocupación un año atrás, han bajado". Esto es lo que escribe Noah Barkin, de Reuters, desde Davos, Suiza, durante la reunión anual de la élite del mundo. "Y aún así, cuando los líderes políticos, los CEOs y los banqueros más importantes hacen su trayecto anual hacia los Alpes Suizos al Foro Económico Mundial de Davos, el tono es cualquier cosa menos celebratorio. Debajo de la capa de optimismo sobre los indicadores económicos merodea una extrema ansiedad sobre el clima político crecientemente tóxico y el profundo sentido de incertidumbre que rodea a la presidencia de Donald Trump, quien asumirá el último día del foro".Clancy Yeates del Sydney Morning Herald ha publicado un artículos que detalla como el Foro Económico Mundial de Davos de este año - al cual acudirá el presidente chino Xi Jinping para disertar, pero no así la canciller alemana Ángela Merkel - hay un foco en el "retroceso" que los votantes le propinaron a la globalización."Los salarios de los ejecutivos se ha convertido en un poderoso símbolo del aumento de la brecha entre ganadores y perdedores que ha creado la globalización, y los directorios deben poner más foco en justificar sus bonos cuando pagan a sus ejecutivos en el contexto de este retroceso contra las políticas de libre mercado", escribe Yeates. "Esa es la vista del director del Instituto Australiano de Directores de Compañías, Elizabeth Proust, una de las líderes de negocios australiana que concurrió al evento en Suiza esta semana. La reunión anual de la élite económica y política global, en una ciudad en los Alpes suizos, tienen lugar contra un telón de creciente inequidad en muchos países, que es vista como el disparador del shock de las políticas anti-establishment, incluyendo Brexit y el triunfo de Donald Trump".Los globalistas de Davos todavía parecen no entender totalmente lo que está sucediendo, como publicaran en la página oficial del Foro Económico Mundial, como surge de la columna de Robert Muggah del Instituto Igarape con un título que lo expone con crudeza: "Populismo es veneno". Él y la co-autora Misha Glenny, escritora y conductora televisiva, propagandista de las "ciudades plurales" para derrotar al populismo.El Populismo es Veneno.Las ciudades plurales son su antídoto, dice Robert Muggah.http://wef.ch/2j4BmNQ "Si las ciudades van a derrotar al populismo, necesitan saber qué es", escribieron Muggah y Glenny. "De acuerdo con Jan-Werner Muller de Princenton, en el corazón del populismo hay un profundo rechazo del pluralismo. Es animado por dos ideas básicas - la oposición a la diversidad y el rechazo al llamado 'establishment'. Los populistas concuerdan en que los de afuera amenazan la forma nacional de vida y que 'la gente' necesita excluir a los de afuera. La antítesis del pueblo es, paradójicamente, los inmigrantes".Los populistas no van a parar su seguidilla de triunfos en ningún momento cercano. La globalización declina en todos los lugares del mundo, desde Guatemala - que eligió a un comediante televisivo, Jimmy Morales, como presidente en el 2015, - en Italia, donde el reciente referendo llevó al primer ministro Matteo Renzi a renunciar. Obviamente, EEUU eligió recientemente a Donald Trump y los británicos votaron dejar la Unión Europea. Las elecciones francesas y alemanas en el 2017 amenazan con elegir a la ultrapopulista Marine Le Pen y la posible derrota de la ultraglobalista Ángela Merkel, todo en un sólo acto.No está claro si Merkel perderá o si Le Pen ganará en Francia. Pero el sólo hecho de estar ahora en este punto es en sí para remarcar. Le Pen pasó los últimos días en Nueva York, hizo una aparición sorpresa en la Torre Trump, con la esperanza de tener una entrevista con el presidente electo, que finalmente no logró. Merkel, mientras tanto, está, claramente, lo suficientemente asustada de la posibilidad de una derrota electoral en el 2017 que evitó concurrir a Davos ante el Foro Económico Mundial, a diferencia de su conducta habitual, de forma de no proveer a los populistas opositores al globalismo con munición para la campaña electoral en el corriente año. Es concordante con su anuncio de prohibir las burkas mientras informaba que pretendía la re-elección. Un claro retroceso respecto a sus políticas de fronteras abiertas, la cual, por sí sola, ha importado millones de musulmanes a Europa, incluyendo Alemania.Michael J. de la Merced y Russell Goldman de The New York Times describen cómo el Foro Económico Mundial ha sido, por décadas, el lugar de encuentro anual de las élites políticas, financieras y culturales. Un lugar donde se encuentran y se felicitan sus integrantes mutuamente."La reunión anual corre por un sistema de distintivos de distintos colores que denotan cuán importante, y cuán no, una persona es", escriben Merce y Goldman. "Los distintivos blancos son para aquellos que pueden ingresar a los eventos oficiales y hacer uso de las comodidades del foro. Los distintivos naran están reservados para 500 periodistas que cubren el foro, y no se les permite ingresar a algunos recintos. Otros distintivos, como los púrpura, distinguen al personal técnico o de soporte y restringe a sus portadores a ciertas áreas. Si ese sistema no fuera suficientemente complicado, los hoteles locales como el Belvedere y el InterContenetal a menudo venden sus propios distintivos a los banqueros y asesores que descienden sobre Davos -pero que no concurren al foro en sí - para cerrar contratos y hablar con clientes. Estas almas establecen campamento en los hoteles, alquilan habitaciones para reuniones de negocios durante el día y cocktails a la noche".Mientras la mayoría de los funcionarios de los eventos se ocupan en conferencias, discursos, paneles y discusiones, los escritores de Times se iluminan con las "atracciones más esotéricas" comos "simulación de la experiencia de un refugiado, donde los asistentes a Davos reptan sobre manos y rodillas y pretenden huir de ejércitos que avanzan".Hay también fiestas y reuniones de camaradería detrás de las escenas, donde las élites comulgan."Hay numerosas recepciones oficiales, pero la verdadera acción está en los eventos que organizan las corporaciones. Algunos son pequeñas, íntimas cenas, donde asisten celebridades como Di Caprio o Bono", escriben Merced y Goldman. "Otros son reuniones impactantes: JPMorgan Chase, por ejemplo, previamente alquiló el Museo Kirchner de Davos para organizar unos tragos con su máximo ejecutivo, Jamie Dimon, y con Tony Blair, ex primer ministro británico. La fiesta anual de Google en el Hotel InterContinental se convirtió en el más buscado evento de la ciudad. El inversor Anthony Scaramucci, ahora asesor de Donald Trump, por años era el anfitrión en el afamado Hotel Europe, con una lista de extremadamente caros champagnes y vinos de Bordeaux. Una más accesible es organizada por Salesforce.com, un desarrolladores de software, cuyo jefe, Marc Benioff, es uno de los mayores propulsores del foro. La fiesta de salesforce.com del año pasado incluía a Benioff volando sobre flores frescas de lei y una banda traída desde Hawaii, y a Erich Schmidt de Google y otros notables del mundo tech bailando en una esquina. Hace varios años atrás, Sean Parker de Napster y Facebook, realizaron una fiesta a todo lujo, donde había animales embalsamados cuyos ojos lanzaban rayos láser. El billonario ruso Oleg Deripaska organizó una opulenta fiesta en su villa cercana donde el champagne corría con largueza. Para un último trago, la muchedumbre de Davos tradicionalmente se retira al Hotel Europa, se sirve unos tragos mientras Barry Colson conduce a la multitud con canciones de Billy Joel".El año pasado en Davos, las élites estaban seguras que los pueblos del mundo jamás votarían cosas como Brexit o Trump o el referendo italiano. En otras palabras, todo estaba en orden."El año pasado [por 2016], el consenso aquí era que Trump no tenía ninguna chance de ser electo. Su victoria, menos de medio año después de que Gran Bretaña votara dejar la Unión Europea, fue una cachetada a los principios que las élites de Davos más atesora: la globalización, el libre comercio y el multilateralismo". Escribió Barkin para Reuters.Este año, sin embargo, todo es más pesimista en Davos. Estas élites mundiales se dieron cuenta, gracias a los votantes de todo el mundo, de que no son más el centro del universo.
Las élites financieras están perdiendo el control de los mercados mundiales mientras las élites políticas están perdiendo el control de los gobiernos internacionales y las élites culturales están comprobando que su poder de estrellas se opaca."Trump es el poster del niños, un nuevo ejemplo de populismo que se está esparciendo por el mundo desarrollado y amenazando el orden liberal-democrático de post-guerra", agrega Barkin.
"Con las elecciones aproximándose amenazadoramente en Holanda, Francia, Alemania y posiblemente Italia, este año, el nerviosismo entre los asistentes a Davos es palpable".Y ahora, el tenebroso affair en los Alpes Suizos se está volviendo aún más deprimente. De acuerdo con Matthew Campbell y Simon Kennedy, de Bloomberg, algunos de Davos están empezando a preguntarse si no son ellos "parte del problema".
"¿La devoción de la élite global por un capitalismo sin fronteras plantó las semillas de un retroceso [backlash] populista?" se lee en el subtítulos de un artículo reciente de Campbell y Kennedy en Bloomberg.
El artículo cita al profesor de Harvard y ex jefe de economistas del Fondo Monetario Internacional Kenneth Rogoff, quien admitió que Davos no siempre tiene la razón."Una broma que he contado a mil personas en los meses desde que dejé Davos es que la sabiduría convencional de Davos está siempre equivocada" dice Rogoff.
"No importa cuán improbable, el evento más probable es el opuesto a cualquiera que sea el consenso de Davos".Las élites de Davos están preocupada porque la clase trabajadora de todo el mundo ha asaltado sus castillos y generado disrupción en sus amadas vidas, dicen los escritores de Bloomberg, y no les parece muy divertido.
"Los repetidos fracasos de las élites de negocios y políticas para predecir lo que está por venir - el año pasado incluía el voto de Gran Bretaña para dejar la Unión Europea - no le parecen tan divertidos a aquellos que retornan este mes a los Alpes Suizos", escriben Campbell y Kennedy.
"Después de un año en el cual los contratiempos políticos conmovieron los mercados financieros y arruinaron las carreras de políticos que eran niños bonitos de Davos, la preocupación no es que sus pronósticos son frecuentemente erróneos, sino que su visión del mundo lo es".
Los populistas no deberían pensar que la guerra terminó: Los globalistas siempre tratarán de pelearla. Hay rumores de que un miembro regular del Partido de Davos, el ex jefe de la bancada mayoritaria Eric Cantor, un caído en desgracia ex líder republicano que ha perdido su elección primaria en 2014 contra Dave Brat, intentará volver a la arena política.
Pero si el pasado es un prólogo, es improbable que las élites políticas recuperen el poder y la autoridad sobre los pueblos que ya les retiraron su voto de confianza.
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