TET 12
Tet, Take Two: Islam’s 2016 European Offensive
Entrega 12 de Tet, Versión 2.0
Publicado el 30 de noviembre de 2015
Autor: Matthew Bracken
Traducción: @Hyspasia y @jlsantana
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10. Finales alternativos
Pero quizás el conflicto entre las tres fuerzas principales termine de otra manera. Quizás, luego de repeler la Ofensiva Islámica Tet 2016, el nacionalismo europeo experimente un resurgimiento milagroso seguido de un rechazo general al socialismo internacional que arrastrara al desastre a las naciones de la UE. Hay veces en que las fuerzas invasoras calculan pésimamente sus chances, subestiman la determinación de sus enemigos y, luego de un éxito temprano, son repelidas mucho más allá de lo logrado en su avance inicial. Les sucedió a Napoleón y a Hitler en Rusia, y a Grecia cuando ocupó la Anatolia turca entre 1919 y 1922.
O, quizás también, los islamistas lleven su jihad un poco más allá de lo debido y hagan detonar un artefacto nuclear o alguna otra arma de destrucción masiva, lo que finalmente provoque un contraataque equivalente contra el nexo del Islam en La Meca y otros lugares santos musulmanes, como Karbala en Irak. Por supuesto, es esperable que Vladimir Putin muestre una resolución más férrea que la del actual hato de líderes europeo-occidentales decadentes y vacilantes.
De los Cinco Pilares del Islam, dos literalmente giran alrededor de una piedra negra puesta en una esquina de la Kaaba en el centro de La Meca. Luego de 1400 años sin cambios, el Islam no puede simplemente borrar dos de esos cinco pilares y seguir lo más campante. Allahu akbar significa “nuestro dios es más grande”. Si La Meca quedara convertida en un enorme cráter incandescente, la falsedad de esa afirmación sería evidente. Cuando los españoles derribaron a los hombres-dioses de los aztecas y los incas, sus religiones y sistemas sociales colapsaron. Si La Meca fuera destruida, eliminando así a dos de los cinco pilares, se abre un signo de interrogación sobre lo que pasaría dentro de -y con- la sociedad musulmana global. “Creíamos que nuestro dios era el más grande” no es un grito de batalla convincente. Pero creo que no llegaré a ver el desarrollo de esto: durante 1400 años millones de cristianos y demás infieles murieron sin saber si el Islam finalmente triunfaría o sería vencido.
No estoy seguro de si las naciones-estado soberanas tengan futuro, al menos como han sido constituidas durante los últimos cuatro siglos; especialmente naciones con historias, culturas y lenguajes distintivos. No sé si la riqueza e influencia de la élite traidora de los socialistas internacionales pueda triunfar sobre la amenaza constante del terrorismo que está contenida en el mortífero plan de conquista del Corán. Y mi bola de cristal se nubla a la hora de saber cómo la tormenta europea en ciernes afectará a China y Asia. Es difícil imaginar una guerra mundial extendiéndose desde Escandinavia hasta el Golfo Pérsico, y que en algún momento no se torne nuclear. Quizás, simplemente, las ruinas de Occidente sean heredadas por los pacientes y cautos Chinos. O quizás sean arrastrados a la guerra.
Independientemente de lo que pase en la próxima década, el 2016 se perfila como un año épico en la historia europea y mundial. Tengo la esperanza de que, pase lo que pase al otro lado del Atlántico, al menos eso pueda dejarnos claras lecciones para la defensa de unos EEUU libres y soberanos. Incluyendo esto lecciones sobre el extremo peligro de importar millones de muhajirun islámicos.
Y por último, doy gracias a Dios -a través de nuestros Padres Fundadores- por la Primera y Segunda Enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos. A diferencia de los europeos, nosotros al menos somos libres de advertirnos sobre los peligros inminentes sin ser silenciados por las élites traidoras que manejan las palancas del poder del estado. Y, gracias a la Segunda Enmienda, las hienas islamistas y los chacales socialistas nunca nos empujarán a tierra como corderos indefensos. Cuando los traidores socialistas pongan demasiados zorros voraces en el gallinero, llegará el momento en que tanto los zorros como los traidores terminen con la cara llena de perdigones.
Sólo recuerden: nunca, nunca se dejen sacar sus armas.
Las van a necesitar.
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FIN
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